7 de septiembre de 2025

3181- EL AGUA ES LA VIDA. (10ª entrega)

CENTENARIO DE LA TRAÍDA DE AGUAS A CABANES. (1925-2025)
Edición nº 10.


HISTORIAS DE CABANES.
(Imprime y colecciónalas)

Las aguas sobrantes.

Hace la friolera de 75 años o mas, Cabanes era, comercialmente, mucho mas importante que ahora... Señalamos lo que había en activo, en el casco urbano, entre la primera y segunda mitad del siglo XX:
- 12 Tiendas de comestibles.
-   4 Carnicerías.
-   7 Bares o tabernas.
-   4 Fábricas de escobas.
-   6 Hornos de pan.
-   1 Fábrica de gaseosas.
-   2 Tiendas de vinos y licores.
-   1 Fábrica de ladrillos huecos.
-   1 Fábrica de tejas y horno de cal.
-   4 Tiendas de ropa.
-   5 Alpargaterías.
-   3 Ferreterías.
-   6 Empresas de construcción.
-   4 Tiendas de electrodomésticos.
-   3 Cines y 1 teatro de variedades.*
-   4 Talleres de confección femenina.
-   3 Sastrerías para caballeros.
-   3 Zapaterías para remiendos de todo tipo.
-   2 Bodegas vitivinícolas.
-   3 Almacenes de abonos y fitosanitarios.
-   1 Molino de aceite.
-   1 Molino de trigo y cereales.
-   2 Hostales.
-   1 Fonda y Pastelería.
-   6 Comerciantes-elaboradores de vinos.
-   3 Pescaderías.
-   3 Comerciantes de productos del campo.**
-   2 Despachos de leche de cabra y oveja.
-   1 Despacho de leche de vaca.
-   7 Barberías-peluquerías de caballero.
-   5 Peluquerías de señoras.
-   1 Guarnicionero.
-   3 Despachos de golosinas.
-   5 Carpinterías de puertas, ventanas y ataúdes. 
-   2 Fabricantes de carros.
-   6 Herrerías.
-   3 Talleres de bicicletas.
-   2 Talleres mecánicos y venta de motos.
-   2 Cajas de Ahorros.
¡Y eso que había más hambre que dinero...!

El resto de la población, exceptuando los funcionarios que eran solo tres, (Auxiliar, secretaria y alguacil) eran todos agricultores. No había industria mayor de ningún tipo. Claro que en la Ribera de Cabanes habían otras actividades al amparo de la N-340, entonces llamada "carretera real", aunque con Franco bajó de categoría, llamándose simplemente Nacional. Allí había gasolinera, bares, restaurantes, estación de tren, tiendas, cine, taller de bicicletas, pescadores y hasta cuartel de carabineros. Incluso casas de señoritas malas, aunque (he oído decir) que todas estaban buenas. Todo eso y mucho más había en la parte moderna de Cabanes, o sea, en la costa, que es lo más antiguo que tenemos.
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(*).-  El teatro estaba integrado en el cine Benavente.
(**).- Los comerciantes eran compradores esporádicos que adquirían las cosechas del momento. (Alemendras y algarrobas, uva, guisantes, etc.)
Salvo el número de bares, que sigue en activo y creciendo, en el siglo XXI todo ha desaparecido. Las barberías cerraron y actualmente los caballeros también son atendidos en las peluquerías (unisex); se han sumado 5-6 "casas rurales", 2 hoteles, 2 gasolineras, 2 tiendas de chinos y 2 supermercados, que dan un óptimo servicio a la población.

Hasta entonces mulos y ganado bebían cada día a la entrada y la salida del pueblo en las 3 balsas que había a su disposición. (Bassa d'Amunt, Bassa Nova y Bassa de la teulería) así como un importante abrevadero a la salida del pueblo en dirección a La Ribera de Cabanes. (Font de Nelo).
Como habrán adivinado por el título de la entrada y de la foto que la acompaña al inicio, hago incapié en lo referente a la fábrica local de gaseosas Siurana-Beltrán por su relación con el agua que disfruta Cabanes desde la inauguración de la Fuente del Buensuceso, tras la llegada de aguas en 1925 desde el "Racó dels Pardos"...
A partir de 1925 las gentes de Cabanes tenían una fuente más o menos importante, pero inagotable y lavaderos públicos que aliviaron sobradamente las necesidades de los cabanenses y de los animales, entonces frecuentes en la mayor parte de las casas, además de las ganaderías existentes. Hasta 30 mujeres ó más podían lavar y aclarar su ropa a la vez, en lavaderos tan esplendorosos como los que se construyeron.
Sin embargo y a pesar de las huertas que se crearon anexas a dichos lavaderos seguía sobrando agua que mansamente recorría el lecho de nuestro querido "ravatxol" o como se diga, puesto que cada cual lo escribe de una forma diferente
Esto dio idea genial a un tal Joaquín Siurana para la fabricación de gaseosas en un local anexo a su tienda de comestibles que, desde la calle de Sant Antoni y mediante una empinadísima escalera daba a la misma plaza "dels Hostals", entonces del Generálisimo Franco, como era obligado tras la Guerra Civil Española. El espabilado industrial pidió permiso municipal para utilizar parte de esas aguas sobrantes, que le fue concedido a cambio del importe que acordaron y con la única condición de que llenara sus depósitos en horario nocturno.

A partir de aquel momento nuestro amigo Siurana pasó a llamarse "Ximo el de les llimonaes", negocio que consistía en la fabricación de cuatro tipos de bebidas gaseosas: 
-La pequeña gaseosa de 250 cc., 
-la grande de 1 litro, 
-sifones de 1 litro y el 
-botellín de 250 cc., con jarabe y sabor a caramelo. 
Las gaseosas de un litro y sifones, en cajas de 6 unidades y las gaseosas de 1/4 l. y los botellines de sabores y "tapa corona", en cajas de 24 unidades. 
De todas formas, en el mismo local de fabricación, el tal Ximo vendía al público "al detall" y sin problema de cantidad, incluso una sola botella. Para el reparto local, el avispado industrial contrató los servicios de un muchacho llamado "Pepe el Xato" que provisto de un pequeño carrito, con el que se acostumbraba entonces para acarrear agua de la fuente a las casas, al precio de 2 reales (0,50 Ptas.) por caja. Al citado repartidor local le acompañaba Rafael "el de Condill" como ayudante, sin retribución alguna, por amistad y con el único acicate de poder beberse las sobras que había en alguna de las botellas, sobras que solían brillar por su ausencia. Así era la vida miserable que se vivió en la posguerra. Para el reparto por los pueblos próximos el "tío Ximo" compró una pequeña camioneta, de tercera o cuarta mano, llamada "María Pilar", con cabina roja y caja de apenas unos 6 m2. que al cierre del negocio vendió a la Cooperativa Agrícola local a precio de saldo. Claro que, para entonces, la camioneta esta "quemada" , el "tío Ximo" con el negocio hecho y el trabajo finiquitado... 

Los primeros tiempos, ir a por agua era un poco complicado. Los carpinteros de la localidad no daban abasto para fabricar carritos de dos y cuatro cántaros cada uno y rueda de hierro para ir a la fuente del Buensuceso a por agua. Más tarde la rueda fue sustituída  por una de goma. Las colas eran interminables y había que pedir la vez, por riguroso turno de llegada. Después, con el tiempo, la gente se calmó. La mayoría se había construído en sus casas el llamado "canteré", una especie de alacena abierta, para dos o tres cántaros y había siempre una reserva de agua en la casa a su disposición. En todos los trabajos, en el campo o el taller, había un botijo o un "canteret de pexurrull" para aliviar la sed de los trabajadores y visitantes. En fin, que la sed había sido vencida. Incluso la gente empezó a lavarse más, aunque de la forma más burda. Con el capazo de goma y la regadera de zinc, pero se lavaba. Sobre todo en verano, claro, y más para refrescarse que por higiene personal. 
La verdad es que estábamos muy atrasados. Porque, claro, llevar el agua a la casa con cántaros y subirla al terrado por las escaleras para llenar el depósito... 
¡Ufff!. Era algo que solo cuatro locos/cuerdos hacían. 
(Continuará... el próximo domingo 14 de Septiembre de 2025 )

Rafael Fabregat Condill
Único nieto de la primogénita Teresa Bellés Cubedo.

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