CENTENARIO DE LA TRAÍDA DEL AGUA A CABANES. (1925-2025)
Edición nº 11.
Colecciónalas.
Cabanes en la era moderna.
"Chimo el llimonero" pasó a la Historia, como todo pasa. Después llegó Joaquín Pastor, que también hizo sus "pinitos" en la distribución de agua, gaseosas y refrescos, con la ayuda de su empleado (Javier el de Vaquero) que recogió el testigo y vino a llamarse "Javier el de les llimonaes". Cosas de los pueblos... Claro que, ni dueño ni empleado, eran fabricantes de ninguno de aquellos productos. Pastor iba a lo fácil, con aquel sabío refrán que decía que "Comprarás y venderás, pero nunca fabricarás". Ese fue un momento de cambio en la historia de Cabanes y de toda España, un cambio que no tenía vuelta atrás. No era Cabanes, ni sus gentes. Era el mundo en general. Con las décadas de 1960-70 de repente todo cambió, para bien y para mal. Por jubilación, pero también por falta de ventas, cerró su negocio de vinos y licores José Babiloni, de mítico recuerdo por el inolvidable aroma que despedía aquel pasillo idílico, repleto de barriles de licores de todas la clases imaginables y ya, desde un punto de vista más cultural su colección de pinturas, de las que no era coleccionista, sino creador. A mi corto entender, todo un artista.
Se acabó también la venta de agua por las calles. El "tío Florencio" con un carro cargado con un tonel de 200 litros traído por un vecino del Pla de l'Arc, que se ganaba, el sustento y algo más, vendiendo agua a los vecinos de Cabanes que lo requerían. No serían muchos, digo yo, en un tiempo que no había dinero ni para lo más necesario, pero algo y no poco sería, puesto que el buen hombre se compró un mulo joven para hacer su trabajo y, no teniendo dinero suficiente para pagarlo al contado, con el permiso del vendedor, lo pago a plazos y con la siguiente condición: "Si no llueve se lo pagaré en seis meses, pero si lluve tardaré un año". El tratante quedó pensativo puesto que no entendía ese razonamiento, en una comarca en la que todo el mundo era agricultor. Sin embargo estaba claro... Para él, la venta del agua era mayor negocio que sus tierras de secano y sin otro abono que el estiércol del corral del mulo.
En aquellos tiempos, llover llovía, pero la tierra de esta zona no es demasiao rica y los fertilizantes estaban muy escasos y caros. En Cabanes, el almacén de "les Danieles", ubicado en el "carrer de la Fira", era el único con esa actividad. Cada cliente compraba los diferentes abonos que requería y allí mismo se procedía a la mezcla de todos ellos, con palas o "lligona" , herramienta muy utilizada por los albañiles para mezclar arena, agua y cemento, para hacer el mortero. Claro que, en aquellos tiempos, también el agua brillaba por su ausencia. Mucho más tarde, el 1 de Enero de 1970 ya se creó la Coop. Agrícola Nª Sª del Buensuceso que, entre otras cosas también vendía abonos. Y mucho más tarde ya abrió este mismo negocio Artemio Selma y Alberto Martí. En ese momento ya hacía muchos años que se bebía y se lavaba la gente y la ropa sin restricciones.
Continuará... El próximo domingo 21 de Septiembre de 2025.
Rafael Fabregat Condill
Hijo de Buensuceso Condill Bellés; nieto de Teresa Bellés Cubedo y biznieto
de Manuel Bellés Gauchía y María Cubedo Falomir.
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