PARA ESCRIBIR SOLO HAY DOS REGLAS, TENER ALGO QUE DECIR Y QUE TE DEJEN DECIRLO. (Rafael F. Condill)
1 de septiembre de 2025
3213- LA PIZZA MARGARITA.
Hay decenas de variedades y no sé cual me gusta más, pero la "Margarita" fue la primera y por lo tanto es de ella de quien tenemos que hablar. Ya sabemos que, con esto de la pizza, los jóvenes creen haber descubierto las américas pero no, no es así...
Todo empezó en el siglo XIX, concretamente el año 1889 cuando el rey de Italia, Humberto I visitó Napoles acompañado de su esposa Margarita-Teresa de Saboya, prima hermana suya. En su viaje oficial, paseaban por su calles engalanadas en compañía de las autoridades locales y se sorprendieron del agradable aroma que despedían algunas panaderías y tabernas de la ciudad. Sin embargo el protocolo no permitía hacer una parada para degustar aquellas piezas que tan buen aroma desprendían, ya que la seguridad callejera era entonces incierta.
Las autoridades locales decidieron satisfacer la curiosidad y los deseos de tan ilustres personajes invitando a Rafaelle Esposito, cocinero de la taberna di Pietro e Basa Cosí a las cocinas del palacio Capodimonte donde se alojaban los reyes. No era usual, pero dicha taberna ejercía de fonda al uso y en ella se cocinaban pizzas, entre otras muchas cosas. Esposito propuso a los regios personajes la preparación de tres pizzas: la Mastunicola, (masa blanca con manteca, queso de oveja, albahaca y pimienta); otra de tomate y anchoas; y una tercera de tomate, mozzarela y albahaca.
Al día siguiente en la taberna se recibió una carta del jefe de los servicios de la Casa Real en la que decía lo siguiente: "Apreciado señor Rafaelle Esposito. Le confirmo que las tres clases de pizzas que usted preparó en el día de ayer para Su Majestad la reina Margarita, le resultaron deliciosas". Ya se sabe que las comunicaciones reales suele ser escuetas...
La historia nos cuenta que, aunque a la reina le gustaron las tres, mostró una cierta predilección por la tercera, la de tomate, mozzarella y albahaca, por lo que a partir de aquel momento, la tercera pizza por la cual la reina se decantó, pasó a llamarse Margaritta, en agradecimiento y homenaje a la reina consorte de Su Majestad el rey Humberto I de Italia. Y es que, en un acto de galantería no exenta de política, el cocinero la preparó con base de tomate y finas lonchas de mozzarella de forma radial, como si fueran los pétalos y lo mismo hizo con el verde de la albahaca lo cual, en contraste con el rojo del tomate se creaban los colores de la bandera italiana. La noticia se propagó rápidamente y al poco tiempo la pizza Margarita se convirtió en el plato nacional por excelencia.
Hemos de tener en cuenta que la visita de la familia real a Nápoles celebraba el 19 aniversario de la anexión de Roma al reino de los Saboya, lo cual coronaba la unificación de Italia, que se había gestado en los años anteriores.
Italia estaba unida, pero faltaba unir a los italianos y la comida es una de las bazas más importantes para completar el círculo. La pizza que hasta entonces era blanca y plato de gente pobre, exclusivo de la región napolitana, pasó a unir a todos los italianos que la encontraron riquísima. El ingrediente que sirvió de trampolín fue el tomate ya que, hasta hacía bien poco los ingredientes se ponían exclusivamente sobre la masa blanca. De hecho todavía existe esa posibilidad, ya que la pizza sin tomate sigue teniendo su clientela.
En cuanto a la alabanza de la reina no fue casual ya que, no solo alabó el sabor de la pizza sino que, para lograr el apoyo del pueblo italiano, vestía ropas y joyas italianas. Incluso, para ganarse al pueblo llano, en su visita a Nápoles, a la "primera reina de Italia" le sirvieron un muslo de pollo y se lo comió con las manos. Traído de las Américas, el tomate tuvo una gran aceptación aunque, en aquellos tiempos, se utilizaba tanto o más como decoración que como comida. En la fecha del regio viaje a Nápoles, lo común era que las pizzas fueran blancas pero, gracias a la intercesión de la reina Margarita, actualmente la base de este plato italiano es el tomate. Sobre él... ¡No hay límites!.
RAFAEL FABREGAT
Suscribirse a:
Entradas (Atom)