3 de septiembre de 2019

2850- ROCA DE LA MANZANA PARTIDA.

La cosa no tiene misterio alguno. Esto es como cuando visitas una gruta, que los guías ven en todos los rincones vírgenes, águilas, serpientes y santos.Con la combinación de luces y sombras cualquier piedra, o la sombra de ésta, simula cualquier animal u objeto que le sirve al guía para dar un poco de magnetismo a lo que no es más que naturaleza muerta.

Bien pues aquí sucede lo mismo, con la llamada Split Apple Roc (Roca de la manzana partida). Efectivamente hay que reconocer que el parecido es notable. Tanto que se podría apostar a que, en algún momento de la Historia de la Tierra, esas dos piedras eran una sola, pues la ondulación de las dos mitades coincide exactamente con la otra. Se llama "manzana" como se hubiera podido llamar naranja pero, si unimos las dos mitades, es una esfera casi perfecta. Ni más ni menos.
El pedrusco está a escasos metros de la orilla del mar de Tasmania, en la isla sur de Nueva Zelanda y, justamente por su forma y la escasa profundidad de las aguas que la rodean, se ha convertido en obligada visita para los muchos turistas que visitan la zona y, con la marea baja, acceden a ella incluso a pie.

La roca es redonda, de granito del cretáceo, e inusualmente perfecta. La hendidura que miles de años atrás separó las dos mitades era una articulación natural, bastante común en el granito. La mitología maorí cuenta que se trata de dos dioses que se reparten la roca, pero el asunto es mucho más sencillo. Son "llanuras" de debilidad que explotan con la lluvia o las olas. Por si alguien quiere ir a verla, diremos que se encuentra entre Kaiteriteri y Marahau. Naturalmente para todas las embarcaciones de recreo o turísticas, la visita es casi de obligado cumplimiento.

RAFAEL FABREGAT

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