16 de septiembre de 2019

2863- LAS SETAS 2019 YA ESTÁN AHÍ.

El padre, la madre, el niño... Todos me gustan.
Hay que decir en honor a la verdad que yo todavía no las he visto. Es más, también debo añadir que mis hijos fueron esta semana y no encontraron mas que champiñones silvestres, pero está claro que los robellones tienen que salir y tienen que hacerlo ya. Claro que la naturaleza... Lo que sí está claro es que tenemos temperatura y humedad para que éste sea un año excelente, a no ser que tanto calor y las lluvias tardías no sean exactamente lo que los hongos necesiten. Yo ahí... ya no llego a tanto. Desde luego, si tuviera que apostar, apostaría a que a finales de esta semana o a principios de la siguiente todo el que vaya tiene que llenar la cesta. Eso es lo que dicen los manuales, pero después sale lo que sale y pasa lo que pasa...


Yo, al menos, en eso confío y por lo tanto allí estaré, a pie de monte y con la cesta y cuchillo afilado. La verdad es que empezaremos algo tarde, pero lo importante es empezar. Yo me conformo con ir dos o tres veces, cuatro a lo sumo. Con eso ya mato el "gusanillo" de mi larga vida de aficionado. La edad no perdona y son ya 55 años seguidos subiendo al Maestrazgo. Soy de Castellón y antiguamente subía al menos dos veces antes de que salieran las setas. Explorar los diferentes puntos que conozco y ver la humedad y el estado de la montaña ya era bastante razón para pasar la mañana por aquellas latitudes. Pero, claro, cuando te haces viejo, hacer 250 Km. para nada ya da un poco de pereza. Veremos qué pasa...


Esos primeros días no cenaba robellones, pero sí un revuelto de champiñón silvestre, unas senderuelas o, como mínimo, unos "pinatells de calceta" que salen más pronto y que también son estupendos. Son esas setas de cutícula marrón y tubos blanquecino-amarillentos a los que, solo hay que quitar la cutícula. Se llaman "de calceta" porque, cuando son jóvenes, los tubos están cubiertos por un velo como es el caso de los champiñones. Cuando ese velo ya no está es porque ya son viejos, en cuyo caso es mejor desecharlos o, de consumirse, tiene que ser eliminando también los tubos. Cuando eso sucede ya queda poca carne y además el sabor ya no es tan fino. Mejor pues es recoger solamente los que tengan el velo intacto.


Mi mujer y yo tenemos la costumbre de buscar solamente hasta mediodía, marchando después a comer en algún restaurante de la zona. No nos gusta volver al monte por la tarde, a no ser que se trate solamente de simple exploración de una zona diferente. Lo cierto es que llegando tarde y acabando pronto nos sobra tiempo, pues en todas las zonas de búsqueda, el coche llega siempre a donde están las setas. Siempre solemos llenar la cesta en un máximo de dos horas, pues recogemos 33 tipos diferentes de setas y claro, con tanta variedad es casi imposible no llenar rápidamente. Otra cosa es recoger solamente robellones o níscalos ya que si, por lo que sea, un año la cosa flojea tienes que volver para casa con la cesta medio vacía. Pero ese no es nuestro plan... 

RAFAEL FABREGAT

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