24 de septiembre de 2019

2868- EL PALACIO DE CORTÉS.

En el centro de la ciudad mexicana de Cuernavaca, capital del Estado de Morelos, en la misma Plaza de Armas, se encuentra el Palacio de Cortés y dentro del mismo el Museo Nacional de Cuauhnáhuac, antiguo nombre de la ciudad. El palacio fue mandado edificar por el conquistador de México el año 1526 y tardaron nueve años en finalizar las obras. Hernán Cortés había llegado a Cuernavaca el 6 de Abril de 1521 y lo hizo arropado por 60.000 hombres, la mayoría indígenas. Todos ellos se instalaron en esta ciudad aprovechando la eterna primavera que se disfruta en esta zona, lluviosa pero de clima suave. Nada menos que 21ºC de temperatura media anual. Hernán Cortés y Doña Marina (la Malinche) se habían instalado en la ciudad y Cortés no pararía hasta construir lo que sería su palacio en tierras mexicanas y que su compañera no llegaría a ver.


Su primo Juan Gutiérrez Altamirano había estado recientemente en La Española (República Dominicana) donde Diego Colón era gobernador y había mandado construir un Alcázar. Gutierrez tomó esa misma referencia para construirle a Cortés ese mismo edificio con apenas algunos detalles diferenciadores, aprovechando que entre sus hombres contaba entonces con algunos indígenas expertos en el arte de la escultura de columnas y capiteles. 
El Palacio se construyó sobre las ruinas de Tlatlocayacalli, lugar en el que se entregaban los tributos al cacique Talhuica. 
Los adelantos técnicos eran escasos pero, como podemos ver en las fotografías, nueve años dieron para mucho y en 1535 Cortés tenía acabado su palacio. Para entonces "la Malinche", su intérprete y compañera, ya no estaba con él puesto que había fallecido en 1529 de un ataque de viruela. De todas formas el año anterior Hernán Cortes había contraído matrimonio con la española Juana Ramírez de Arellano, hija del I Conde de Aguilar. Al finalizarse las obras el matrimonio se instaló en el nuevo castillo-palacio de Cuernavaca y lugar donde nacería su hijo Martín Cortés. 
De todas formas todo pasa y tras muchas vicisitudes, entre 1747 y 1821, el edificio sería empleado como cárcel y a partir de 1855 fue sede del Gobierno Provincial mexicano, ya independiente de España desde 1821. Sin embargo en 1861 el entonces presidente Benito Juarez dejó de pagar la deuda externa mexicana y ésto sirvió de pretexto al emperador francés Napoleón III para enviar un ejército de ocupación y al frente del mismo al archiduque austriaco Maximiliano de Habsburgo que llegaría en 1864 como nuevo rey de México, junto a su mujer Carlota de Bélgica y ocupando el Palacio de Cortés.
Sin embargo el presidente Benito Juarez, un mestizo patriota y entregado a su causa, se conjuró para expulsar de México a los invasores y en 1867 el ejército invasor fue expulsado de aquellas tierras y el emperador Maximiliano apresado y ejecutado, tres años después de haber subido al trono,


La reina, su esposa, tuvo mejor suerte y solamente fue expulsada a Europa con el primer navío que surcó el Atlántico en aquella dirección. Definitivamente a Maximiliano y a Carlota no les acompañó la suerte y lo que empezó como una inesperada y apasionante aventura  acabó como acaban esta clase cosas. Maximiliano se enfrentó a la muerte con la entereza de quien no ha hecho otra cosa que cumplir con el papel que la Historia le había encomendado. 
Carlota tuvo que pasar las penurias de las guerras de 1870 y 1914 para morir en 1927, ya perdida la razón y con 87 años de edad. En 1974 el edificio fue restaurado y convertido en el Museo de Antropología de Cuauhnahuac. Con 19 salas el más grande del Estado de Morelos y quizás de México.

RAFAEL FABREGAT

No hay comentarios:

Publicar un comentario