27 de agosto de 2025

3210- ANIMALES EN LA GUERRA.

Se estima que en la Primera Gran Guerra murieron 16 millones de animales, de diferentes especies, reclutados para la guerra. En principio causa curiosidad e incluso espanto, pero así fue en aquellos tiempos. No deja de resultar curioso puesto que a principios del siglo XX los arsenales bélicos ya estaban dotados de mucha mecanización, como pueden ser: ametralladoras, tanques e incluso aviones, pero no faltaron tampoco los animales. Es más, desempeñaron una ayuda importante para la guerra e incluso tuvieron un papel fundamental.
Sobre todo en la I Guerra Mundial, pero también en la segunda, los animales estuvieron presentes y fueron decisivos en el transporte, la comunicación y la detección de gases nocivos.  


También como simples mascotas que aliviaban con su presencia la moral y las penurias de la guerra. Equinos de todas clases acarreaban agua, víveres, munición y hasta medicamentos para los botiquines o mensajes entre unidades. Y con la ventaja de poder atravesar territorios difíciles e incluso ríos de poca profundidad. En el tema de la mensajería los perros y las palomas eran los principales aliados. Hasta los urones servían en muchas ocasiones para cazar conejos con los que alimentar a la compañía.


Los caballos fueron los animales más numerosos y los más sacrificados, por el agotamiento y la tensión de llevar duras cargas durante tanto tiempo. Era el animal por excelencia, pues servía para todo y el que más heridas de disparos y metralla sufría, eso sin contar que también ellos soportaban las enfermedades propias del frente de combate. 
Solo en el bando británico contabilizaron 484.143 caballos muertos durante la contienda. Hay muchos recuerdos de sus sacrificios durante esas guerras. 

En Liverpool  se encuentra la Tumba del Caballo de Guerra. También en Londres hay un monumento creado por el escultor David Bakhouse que rinde homenaje a estos animales con la inscripción: "Dedicado a todos los animales que sirvieron y murieron junto a las tropas británicas y aliadas en guerras y campañas a lo largo del tiempo". Como se ha dicho anteriormente el hurón fue otro animal que salvó muchas penurias por retrasos en la llegada del racionamiento. Hasta llegaron a tener su pasaporte. Su envío por las galerías de conejos los hacía salir precipitadamente y su asado sustituía la ración que no había llegado puntualmente.


Los perros de guerra también realizaron importantes servicios en la asistencia a heridos y detección de muertos durante los combates. Muchos de ellos fueron condecorados al final la batalla y desfilaron orgullosos al lado de sus cuidadores.
En fin, penurias derivadas de las guerras y que ojalá no tengamos que conocer en primera persona.

RAFAEL FABREGAT

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