22 de agosto de 2025

3205- MAPA DE MENTIRIGILLAS.


¡Increíble, pero cierto!. El Mapamundi que todos conocemos, ¡no se ajusta a la realidad.
Desde hace un montón de tiempo, la humanidad se rige con la ayuda del sol, las estrellas, la luna, los cambios de tiempo, los relojes, la radio, el móvil, el GPS y un largo listado de artilugios que nos dicen a qué hora hay que comer, a cual acostarnos y hasta a que hora nos hemos de levantar. También por donde movernos con una cierta seguridad... ¡Pero todo eso no siempre es verdad!. Normalmente hay "otros" que, con seguridad o a su antojo, nos dicen lo que ellos quieren que sepamos, y cómo debemos saberlo. Es como una forma de organizarlo todo y (por supuesto) a nosotros mismos. Si cada cual se moviera a su antojo, el caos sería de tal magnitud que haría al mungo ingobernable.


Es lo que pasó en el siglo XVI, cuando el papa Gregorio XIII se dió cuenta, o alguien más listo le advirtió, que el "Calendario Juliano" no funcionaba correctamente y había que actualizarlo. Cumplidor en todas sus cosas, el papa estudió detenidamente aquel calendario, vigente desde su instauración por el emperador Julio César el año 46 a.C. y comprobó que efectivamente estaba desfasado. El cambio, que a partir de entonces se llamaría "Calendario Gregoriano" fue aceptado por la mayoría de países, pero no por todos. De hecho, todavía dentro del siglo XXI, había países que se aferraron a lo hasta entonces establecido y ese es el motivo que en ellos se celebre la Navidad el día 7 de Enero, en lugar del 25 de Diciembre. Bueno... Pues si solo fuera eso, ¡no pasaría nada!, pero sí que pasa, ya que el mundo funciona mejor si todos caminamos en la misma dirección y al mismo tiempo. 


Otros países han introducido algunas peculiaridades nacionales y, por lo tanto, ni uno ni otro son exactos. En fin, es tal la cantidad de gente que se mueve cada día, a unas horas fijas y concretas y de tantas formas posibles, que sin un control general, nada sería posible. Personalmente pienso que, aprovechando los grandes conocimientos que actualmente se tienen del funcionamiento astronómigo, bien estaría regirnos todos desde ese punto de vista.
Astronómicamente, el calendario Juliano se atrasa cada 128 años: 11 minutos y 14 segundos. (Increíble que se haya podido llegar a tal precisión). Por el contrario el calendario Gregoriano, para atrasarse el mismo tiempo, necesita que transcurran 3324 años, por lo que solo se retrasa un 0,002%. Una precisión increible, pero tampoco perfecta.

Mapa de Gerad Mercator en 1569.

Cuando se llevó a cabo la correccción ya se sabía que el nuevo año a implantar, tampoco era exacto, pero esta vez la diferencia era tan pequeña que no se quiso tener en cuenta. De todas formas, en la confusión, muchos países obraron de formas diversas, amparándose en hechos religiosos o políticos y el caos no se corrigió hasta finales del siglo XX.
Con el tema de los mapas cartográficos el asunto fue todavía más complejo, puesto que hasta el descubrimiento de Cristóbal Colón el Mapamundi estaba incompleto. Es más, tuvieron que pasar unos cuantos años hasta que todo el mundo fuera descubierto y verificada la situación de cada uno de sus perfiles. Desde 1569 se utiliza todavía hoy el mapa "Mercator" llevado a cabo por el geógrafo y matemático flamento Gerardus Mercator como manera de poder marcar la rutas naúticas y establecer el rumbo adecuado.


Con el viaje de Colón al Nuevo Mundo, se dispararon los viajes marítimos y resultó imprecindible crear un mapamundi que recogiera los nuevos datos. Mercator llevó a cabo una proyección cilíndrica que transformó meridianos y paralelos en líneas rectas, por lo que distorsionó la dimensión exacta de los datos reales del hemisferio sur. De tal manera que los países del norte tenían dimensiones mucho más grandes de las reales, mientras los del sur las tenían mermadas. Actualmente los países del sur y especialmente los africanos, están reclamando y con razón que, habiendo herramientas fiables, se establezcan sin demora las dimensiones exactas de las cosas. Bien está que Mercator estableciera lo que buenamente pudo hacer en su tiempo, pero actualmente los medios son suficientemente perfectos para llevar a cabo una reforma que lo deje todo en su sitio.


Este es el mapa de Equal Ehart, en 3D exactas que lo pone todo como es, aunque todavía no se han reunido los países del mundo para aprobarlo. Verdaderamente hay muchas otras cosas más importantes que atender: las guerras, el hambre, las injusticias, el clima... Pero todo es importante tenerlo al día. Y, por lo que se ve, con un mapa trasnochado todos se arreglan perfectamente. En fin, Mercator creó lo que el mundo pedía en ese momento: una cartografía marítima. Se supone que él ya sabía que imaginando el globo desde el punto de vista global, las medidas del sur serían menores a las reales. Pero, para el tema marítimo, la distorsión carecía de importancia. Actualmente los interesados en la exactitud de las cosas miran con lupa el mapa de Equal Ehart. La UA ha reclamado su corrección con la frase:
"Meteríamos a EEUU, China, India y Japón dentro de África y todavía nos sobraría tierra".

RAFAEL FABREGAT

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