12 de agosto de 2025

3197- GUERRAS RIDÍCULAS, PERO ENCARNIZADAS.

El ejemplo de un título tan extraño es que se llevó a cabo con el nombre de "La Guerra del Cubo"., también llamada "de Zopolino" por ser ese el enclave de tan injustificada carnicería...
No hay guerra justificada, no ser que uno se defienda del ataque de su adversario, pero así fueron las cosas en Noviembre de 1325, cuando hubo un enfrentamiento a gran escala por culpa de un cubo de agua. ¡Increíble pero real!.
Esta guerra se produjo en Italia, cuando muchas de las ciudades importantes eran estados independientes.
En este conflicto se enfrentaron las fuerzas de Bolonia y las de Módena con lo que inicialmente fue una broma que unos soldados de Módena "Gibelinos", quizá como resultado de unos vasos de vino de más, quisieron gastarles al bando de los boloñeses o "Güelfos". Claro que enemigos ya lo eran con anterioridad, puesto que las ciudades estaban enfrentadas al defender una al Papado y la otra al Emperador. 
A los Gibelinos, bien comidos y mejor bebidos, no se les ocurrió mejor broma que entrar discretamente en Bolonia y robarles el cubo de agua del pozo principal de la ciudad.
Los boloñeses no se tomaron el asunto a la ligera y más aún cuando los de Módena se negaron a devolvérselo. Este hecho dió lugar a una declaración de guerra por parte de los boloñeses, que fue seguida de una invasión en la que participaron 30.000 soldados de infantería y 2.000 de caballería. Las tropas avanzaron hacia el Castillo de Serravalle, donde los de Módena estaban acuartelados y que tan solo contaban con 5.000 infantes y 2.000 caballeros, pero tenían a su favor importantes murallas en las que se parapetaron con garantías.

Uno tras otro, los soldados boloñeses fueron cayendo, mientras los de Módena seguían bien parapetados tras las murallas. El resultado fue que las superiores fuerzas boloñesas fueron derrotadas en unas tres horas de batalla desigual y viendo que no podían vencerlos se retiraron, siendo perseguidos por los de Módena que salieron del castillo y les persiguieron hasta Bolonia. No contentos con ello los Gibelinos, durante tan cruel persecución, fueron destruyendo también todos los puestos defensivos boloñeses que encontraron por el camino. El número de fallecidos se estima superior a los 2.000 hombres. Toda esa batalla se llevó a cabo a los piés del castillo que dió nombre al municipio actual de "Castello di Serravalle" o de Los Malaspina (Bolonia) Italia. También durante la persecución que siguió al duro enfrentamiento.

Se dice que tras la batalla, los de Módena blandieron el cubo en la punta de una lanza como si de un estandarte se tratara. El imponente castillo, restaurado y visitable a día de hoy, domina el municipio y el valle que lo circunda. Fue construído en 1112 por la noble familia toscana del Marqués de Malaspina, por lo que lleva también el nombre de "Castello di Malaspina". El citado marqués, muy enamorado de su bella mujer y celoso de que nadie la viera, construyó un subterráneo desde el castillo hasta la iglesia, para que ella pudiera oir misa lejos de miradas indiscretas. Un día, en uno de sus arrebatos amorosos, le cortó varios dedos y los envolvió en su pañuelo. Pasados unos días, y la rabia que ocasionó la locura, sacó el pañuelo delante de unos conocidos y se le cayeron los dedos de su mujer al suelo. Denunciado por este macabro hallazgo, fue juzgado y encarcelado.

RAFAEL FABREGAT 

NOTA. Parece ser que hay alguna confusión con la familia Malespina, ya que fue fundada en el siglo IX y ha llegado a nuestros días, con lo cual se entremezclan hechos y leyendas de unos y otros, por lo que no se puede asegurar ninguno de los datos escritos sobre ellos.

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