12 de agosto de 2025

3198- SER PADRE O ALCALDE.


Según nos contaba Mafalda esta mañana, en "Un chiste cada día", parece ser que mandar tiene su interés y fundamento. A ojos de quien nada le importa, es casi de locos. Pero, en fin... Quebraderos de cabeza, descontento general de los habitantes bajo tu dirección y críticas por doquier. ¿Quién puede rersistirlo?. Está claro, ¡ha de gustarte, porque si no...!.
Sin embargo las peleas por mandar son atroces y despiadadas. Tanto que, por el solo hecho de conseguir el mando, te pueden defenestrar y arrancarte la piel a tiras. Nadie de todos los que aspiran y suspiran por acceder a tales cargos, son gente normal. No, no. Y no lo digo de forma peyorativa, en absoluto, sino todo lo contrario. Yo debo estar mal de la cabeza, pues creo que los que quieren mandar es porque creen sinceramente poder hacer las cosas mucho mejor que todos aquellos que han mandado antes que ellos. Ya sé, ya sé que cuesta creerlo, pero no me hagan un feo y díganme que sí.
Porque... No irán a decirme que es por interés personal y particular. No, no. No puede haber tanta mezquindad. Vamos, ¡que pondría yo la mano en el fuego!. Ser padre es un cargo de admirar y lo digo yo, que he tenido tres hijas y sé la responsabilidad que eso conlleva. Y si no, pregunten a quien solo ha tenido uno. Te dirá que hay momentos en los que piensa que va a volverse loco. Pues bien, si con un solo hijo piensa de tal manera, imaginen lo que será el ser alcalde de todo un pueblo. ¡Para volverse loco y me quedo corto!. Y total, ¿para qué?. Sí, sí...¡Eso digo yo!. ¿Para qué?.


Tiene que haber algo a cambio, dígase... ¿altruismo?,¿caridad?, ¿abnegación?. Ya sé que esto es irreal y casi suena a locura, pero algo tiene que haber. Los entendidos en política (ser padre también lo es) le llaman "carrera", (carrera política) pero ninguno de los que llegan, corre hacia parte alguna, porque no se trata de hacer footing. Se trata de "no parar", de hacer correr a los demás. Y si tal cosa no la hace nadie cobrando, ¿cómo puede hacerse sin cobrar?. Sin duda será por mandar... ¡Tendrá que ser por eso!. 
¡Jaimito, haz esto!. ¡Juanito, trae aquello de allá!. ¡No eso no, lo otro!. ¡Es que no estás nunca en lo que toca!. Y así pasan los días, los meses, los años. Y al poco que te das cuenta, vuelve a haber elecciones.¡Coño, ya estamos otra vez con la mierda de las elecciones...! ¿Lo habré hecho bien y me volverán a votar?.


De vez en cuando, y eso es de gradecer, alguién les da unas palmaditas en la espalda y les dice: ¡Muy bien Piluca!. Esto va de ca-te-go-rí-a, lo tienes controlado. Y esas palabras llenan, ¡vaya si llenan!. Vamos, digo yo que tiene que ser eso. ¿Y de amigos? Ufff, de amigos... ¡todos!. Todos quieren ser tus amigos (en la sombra, claro) pero dicen estar a tu lado para todo lo que necesites. Claro que uno no es tonto y sabe que todos esos parabienes acaban cuando acaba el cargo que ocupas en ese momento. Cuando dejas de mandar, se acaban los amigos y sus parabienes. Los lameculos se aseguran de limpiar el culo mientras está impoluto y bien perfumado. Cuando dejas de estar en el cargo pasas a ser lo peor de las partes pudentas. En fin, cosas de la vida y del mandar. Porque, claro, con una vara tan larga... ¡Se llega a todas partes!.

RAFAEL FABREGAT

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