2 de agosto de 2025

UN CHISTE CADA DÍA:..









CHISTE 1 DE AGOSTO 2025.
Si lo dejas pasar... ¡Te lo pierdes!.

LO SIENTO AMIGO PERO...
¡CREO QUE HAS HECHO TARDE!.

Rafael Fabregat Condill

1 de agosto de 2025

3194- CONVENTO DE Nª. Sª. DE LOS ÁNGELES.

En medio de la Hoz del río Duratón y perteneciendo al municipio de Sebúlcor (Segovia) se encuentra abandonado y en ruínas este antiguo convento fundado por la Orden Franciscana en el año 1231 y que habitaron estos monjes durante seiscientos años. Fué en 1835 cuando la lamentable Desamortización de Mendizábal les obligó a abandonarlo, provocando la decadencia del templo y la pobreza de sus moradores.
Como sucede en estos casos, la ruína se apoderó rápidamente de sus muros y capillas, quedando apenas algunos lienzos de la fachada en la otrora península del meandro, hoy isla al construirse en 1953 el Embalse de Burgomillodo y que anegó el río Duratón. A excepción de periodos de sequía, que permiten ver los antiguos caminos de acceso, el resto del año solo puede accederse en barca.

Allí mismo hubo anteriormente un templo prerrománico que estaba dedicado a la Virgen María y a San Pantaleón, mártir del siglo III, y se ha comprobado que, anterior a ello, la zona ya estaba habitada 
por eremitas en las cuevas próximas. La más importante de ellas es la llamada "Cueva de los siete altares", convertida posteriormente en templo visigodo. 
Antes de la llegada de los musulmanes a la península Ibérica, el convento de Ntra. Sra. de los Ángeles estuvo ocupado durante algún tiempo por monjes de la Orden de San Benito. Cuando llegaron los franciscanos a la zona pidieron a los benedictinos esta iglesia que ellos mismos les habían ofrecido con anterioridad, a falta de la autorización del obispo Don Bernardo de Segovia. Confirmada la donación, los franciscanos tomaron posesión en la citada fecha de 1231. El 7 de Septiembre de 1492, en el curso de una gran tormenta, se derrumbó el convento, estando los monjes rezando los maitines en la Iglesia, único edificio que quedó en pié.

La reina Isabel la Católica ordenó la inmediata reconstrucción, a su cargo, que finalizó su hijo Felipe II que lo visitó también en 1565 y sufragó los gastos de la hostería. La reina Isabel lo había visitado varias veces, teniendo incluso su propio alojamiento. Realizado el oportuno inventario, tras la incautación, éste arrojó un total de 1263 obras en pergamino y algunas otras en tabla; un órgano barroco y varios retablos, además de una colección de pinturas del siglo XV que quedaron en manos de los compradores. P
ara evitar el expolio total del complejo, se lo cedieron provisionalmente a una familia de guardeses que lo habitaron hasta mediados del siglo XX.
En el año 714 San Frutos escondió la imagen de la Virgen para evitar que cayera en manos de los musulmanes y estuvo desaparecida hasta 1125 que la encontró un pastor y la devolvió al primitivo lugar donde históricamente fuera venerada.

RAFAEL FABREGAT