Efectivamente nos encontramos en Amritsar, capital espiritual de los Sij situada en la India y más concretamente en el estado de Penjab, cerca de la frontera pakistaní. Al igual que ocurre con los musulmanes con la Meca, los Sij están obligados a visitar el Templo Dorado de Amritsar, al menos una vez en la vida. No es excesivamente grande pero todo allí es impresionante y más aún el fervor de los fieles que viajan desde distancias increíbles para cumplir el rito de visitar el templo de su Dios. No podemos tener nada contra eso. Son sus creencias y para muchos lo único de este mundo que merece la pena creer. Un matrimonio o el nacimiento de un hijo es motivo suficiente para agradecer esa felicidad momentánea a su Dios.
La religión de los Sij es bastante reciente. Hasta el año 1500 a.C. todo el territorio de la India, Pakistán, Bhutan y Bangladésh estaba formado por un sinfin de tribus autónomas pero, en ese momento, los persas invadieron estos territorios provocando una masacre sin precedentes y trayendo nuevas costumbres y religiones. También Alejandro Magno llegó a estas tierras en el 327 a.C. y lo mismo hicieron los mongoles que llegaron en el siglo XIV y los británicos en el XVI. Todas estas invasiones crearon en Penjab una raza nueva, cuerpos esbeltos y robustos bien dotados para la guerra pero con múltiples creencias que trajeron el caos espiritual. En 1577 el gurú Ram Das cavó un pozo en el actual emplazamiento del Templo Dorado y de él brotó agua abundante.
En poco tiempo se formó el lago que rodea al templo. Lo llaman Amritsar (piscina de néctar) y dio nombre a la ciudad donde se encuentra. Siguiendo las indicaciones de su antecesor, en 1588 el gurú Arján Dev inició la construcción del Templo Dorado instalando en el altar el Adi Granth, escritura sagrada de los Sij y principal guía espiritual. Su primer Granthi o lector fue Bhuda Baba Ji. El templo tiene entrada por sus cuatro lados, simbolizando su apertura a todas las razas y religiones del mundo. Pero no solo eso, sino que incluso permiten el acceso al 'Ashram' a los interesados que lo solicitan. El Ashram o Casa de Retiro permite la estancia durante cuatro días, en los que te dan alojamiento y comida, a cambio de tu colaboración y mientras te imparten el conocimiento de su historia y costumbres.
En 1984 un grupo de Sij que propugnaban la independencia, capitaneados por el líder Jarnail Singh, se refugiaron en el Templo Dorado. El 3 de Junio la primera ministra Indira Gandhi ordenó al ejército asaltar el templo y apresar a los sediciosos. Estando el recinto repleto de fieles, además de la mayoría de los seguidores de Singh, murieron 83 soldados del gobierno y 492 civiles. Considerado el ataque como una profanación a su templo, Indira Gandhi fue asesinada en Octubre de ese mismo año por dos de sus guardaespaldas, que eran miembros de los Sij. En 1985 y sin consulta previa a los Sij ni a sus autoridades religiosas, el gobierno federal de Rajiv Gandhi mandó reparar los daños causados al templo, reparaciones que al año siguiente fueron eliminadas por los Sij, al creer que aquellas manos estaban manchadas de sangre.
A la eliminación de las mejoras aportadas por el Gobierno tras la masacre, siguió la construcción de un nuevo templo que es el que actualmente podemos contemplar, todo él sufragado por donaciones de sus seguidores y con mano de obra de peregrinos que se desplazaron a tal efecto. El Templo Dorado es una construcción de mármol blanco con incrustaciones de cobre, plata y oro, construido dentro del lago anteriormente citado y al que se accede por medio de un pasillo cubierto, de unos 80 metros de longitud. La cúpula está completamente cubierta con 750 Kg. de oro, pero lo más importante para los Sij es que en su interior se guarda el "Granth Sahib", o Libro Santo, que solo puede ser limpiado con plumas de pavo real del paraíso y leído por persona virgen. ¡Ay, las religiones...!
RAFAEL FABREGAT
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