He dado la vuelta completa a Europa en barco y jamás se me había ocurrido... Mmmm, ahora que lo pienso me parece algo interesante. ¡Que lástima!. Es una cosa curiosa y fácil de realizar. De vez en cuando alguna botella aparece en alguna playa del mundo, con la curiosidad de haber sido escrito su mensaje hace un siglo o más. No me diréis que no es algo emocionante, conocer las alegrías o las tristezas de una persona, de cualquier otra parte del mundo. Imaginar que ese mensaje es extranjero, que emoción intentar descifrarlo. El problema es que sea antiguo y lo encuentres al cabo de tanto tiempo, cuando quizás esa persona incluso haya muerto de vieja. ¡Que decepción!.
En Australia, una familia encontró una botella enterrada en la arena de una playa de su localidad. El autor del mensaje era de dos soldados que combatían en la I Guerra Mundial. "Quien encuentre este mensaje esté tan bien como nosotros los estamos en este momento". Ese era el texto del mensaje fechado en 1916. Una ocurrencia que llenó de satisfacción a los receptores, por la historia militar y social de una época tan adversa para el mundo de entonces. Los autores explicaban también que estaban viajando hacia Europa con la esperanza de poder ayudar en la contienda. El hallazgo no quedó como simple curiosidad, sino que aquella familia comentó a las autoridades su deseo de contactar con la familia de aquellos soldados, quizás de camino a la muerte.
Los familiares de aquellos jóvenes de 1916 fueron encontrados y contactaron con ellos, explicándoles el hallazgo y su deseo de entregarles su mensaje de esperanza, cerrando el ciclo del feliz mensaje. Este hecho no es en absoluto algo aislado. A lo largo de la historia se han encontrado en el mar cientos, sino miles de mensajes en el interior de botellas que han navegado largos años por los océanos. Algunos de carácter científico, a fin de estudiar las corrientes oceánicas, otros como mensajes de celebración e incluso como petición de auxilio. De todo ha habido, pero siempre resulta curioso y quizás agradable recibirlos. La verdad es que no se me ocurre que podría escribirle yo a ese receptor desconocido...
En 2018 se encontró, también en Australia, una botella lanzada al mar en 1886 del Observatorio Naval para conocer las corrientes marinas, clave para la navegación de la época. Si solo lanzaron al mar esta botella, no se lucieron en absoluto ya que nunca la recuperaron. Normalmente estos mensajes no tienen otro objetivo que la social curiosidad y la interacción entre personas separadas por el tiempo y la distancia, ya que estos mensajes suelen encontrarse a grandes distancias mucho tiempo después. Si alguno de los lectores quisiera lanzar algún mensaje de este tipo en un mar apartado de su domicilio habitual... ¿Qué mensaje le pondríais a ese hipotético receptor, de época desconocida?.
Rafael Fabregat Condill
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