A principios del siglo XX el pelo corto se impuso como bandera de las mujeres que querían emnaciparse. Ya que siguen saliendo cada dos por tres en manifestaciones de todo tipo, parecen indicar que todavía no están suficientemente emancipadas. ¿Por qué no seguir otra vez el camino del cambio de peinado a lo chico o a la garçonne?. A los hombres nos da lo mismo, pues de todas las maneras nos gustan. Esta moda de los nuevos peinados, importada de Francia, no llegó sola ya que también afectó a la vestimenta y a la actitud de las mujeres. La faldas subieron hasta alturas inimaginables y los corsés desaparecieron, dando paso a los sujetadores.
¡Qué comodidad! -dijeron las mujeres, y que tanto agradecimos los varones.
Comenzaba "la belle époque". En españa corrían tiempos de restauración, pero no solo en el plano político, sino en el de las libertades para la mujer. Las modas cruzaron fronteras y aquí se podía ser y vestir como en París o Londres. La I Guerra Mundial fué el detonante principal de este profundo cambio. Las largas faldas perdieron su vuelo y las mangas su abullonado. Se impuso la naturalidad, que era sinónimo de comodidad y frescura. Acabó la era Victoriana y nacieron las caídas rectas y suaves. Nació también el traje sastre, chaqueta y falda que fué acortándose con el paso de los años. Debajo una camisa, más o menos escotada y todo ello dando un aspecto más varoníl y mayor facilidad de movimientos. También los sombreros pasaron de grandes a pequeños y cómodos.
En la foto anterior tenemos a Coco Chanel, la reina de la moda tras la Gran Guerra y la de mayor influencia en el vestir del siglo XX. Todo cambió y lo hizo para el mayor bienestar de las mujeres. Lo más llamativo quizás fuera el nuevo corte de pelo ya que hasta entonces las mujeres lo llevaban largo hasta el final de sus días. La propia Biblia nos decía que "lo más honroso para la mujer es dejarse crecer el cabello". ¡Cosas de San pablo, que no tenía nada mejor que hacer!. Habían de pasar casi 2.000 años para que semejante sandez dejase de tener validez. Hasta entonces llevarlo corto era señal de pobreza, puesto que las mujeres se lo cortaban para venderlo. En las últimas dos décadas del siglo XIX todavía se criticaba en la mujer el pelo corto.
Un diario estadounidense censuraba la nueva moda de pelo corto diciendo que "es increible el ver que tantas mujeres están dispuestas a sacrificar su tesoro de brillantes melenas por esta moda pasajera". Pues amigo, a la vista está que de pasajera nada de nada, pues estamos en pleno siglo XXI y seguimos viendo mujeres que con su pelo corto no hacen otra cosa que parecer más juveniles y guapas. Tanto a la hora de trabajar, como a la de salir de fiesta, la mujer gana en imagen con un corte de pelo más bien corto, o recogido. Gana en imagen, en comodidad y en higiene. Famosos peluqueros parisienses apostaron por el pelo corto o la media melena y a partir de entonces hasta las niñas se lo cortan tras la Primera Comunión. El pelo corto no es una moda, sino un estilo de vida.

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