11 de noviembre de 2025

3270- AUTO-MÓVIL, GRANDES INVENTOS.

SEAT-600D. Mi primer coche. CS-47375
Los de mi generación ya conocimos desde el primer día los coches, pero... ¡Señor, danos paciencia!. De un tiempo a esta parte, ni en los pueblos se puede vivir. El otro día intenté encontrar un espacio de 30 segundos sin que pasara ningún coche frente a mi casa... ¿Qué diréis vosotros qué pasó?. Pues eso, que me cansé de esperar y no lo encontré. En un pueblo que no llega a los 4.000 habitantes? Pero claro, es que en cada casa hay un vehículo para cada uno de sus habitantes y cada uno de ellos tiene diferentes trabajos u ocio al que dirigirse... A uno le gusta el fútbol, a otro el cine, a otro simplemente ir de copas... Total que, como actualmente no hay nadie que camine por la calle, pues eso, que el trasiego de coches es incesante y eso tan agradable, llamado silencio, ha dejado de existir. Menos mal los cerramientos de PVC y el doble o triple acristalamiento, que si no...


Que envidia nos dan los antiguos anacoretas... Pero es que ahora ya no existen. En un tiempo pasado, no tan pasado, los/as monjes/as vivian en sus monasterios, en la oración y el aislamiento contemplativo, pero en la actualidad... Los que no hacen pasteles, hacen licores y los que no, cosen o bordan, con el consiguiente trasiego de coches que van a entregarles harina, alcohol, semillas, hilos o telas, por decir algo. La industrialización más actual ha llegado a los monasterios. ¿Que no?. Las manualidades monacales, siempre tan admiradas, han pasado a la historia y en la actualidad entre esas paredes que un día fueron de oración, castidad y recogimiento, actualmente podrán encontrar los más modernos obradores, bodegas y telares de última generación. El maldito dinero lo ha corrompido todo. Claro que aquello de ir mendigando por las casas... Tampoco era deseable para nadie.


Sí, sí, aquello no podía durar. Ya lo dijo un tal Benito, después metido a fraile y a Santo: "A Diós rogando y con el mazo dando", que nos parece muy bien. Lo que ya no sabemos es si pagan el IBI, el IRPF, la SS y la declaración trimestral del IVA, porque con tantas siglas no hay quien se entienda. Está claro que a estos personajes, otrora tan contemplativos, les habrá pillado a contrapié. ¿O no?. Bueno todos sabemos que la gente de la Iglesia es inteligente, despierta y muy letrada, pero aún así... La verdad es que a lo largo de mi vida y aún siendo industrial, jamás me he cruzado con monje/a alguno/a en mis contínuas visitas al gestor para entregar la facturación y preparar cada una de las declaraciones de impuestos. ¿Casualidad?. Puede, pero así es. De todas formas, como actualmente todos ellos visten de calle...


Por cierto, que ya no me acordaba. La entrada era sobre los muchos coches que circulan hoy en día por todas partes, incluídos hasta los municipios pequeños. Claro que, haberlos ya los había desde hace muchos años atrás pero, en la actualidad... ¡es demasiado!. El por qué, está claro, entre los servidores de la Iglesia, actualmente metidos a industriales al por mayor, y todos los migrantes que estamos recibiendo a manos llenas... Si a esto sumamos a todas las ONGs que les asisten a todos ellos... ¡Es un sin vivir!. Cada día miles de mujeres, sin hábito pero cubierta la cabeza y con vestidos hasta los piés, visitan la Cruz Roja, Caritas, etc. (solo en españa hay cerca de 100.000 ONGs) para recoger los vales y después marchan hacia los super con sus "Mercedes" a recoger los alimentos que necesitan. Que me parece bien. Por cierto, ¡que gran invento lo de los vales...!


Hasta hace bien poco las ONGs estaban todos los días acarreando cajas de alimentos a los diferentes puntos de reparto, las mujeres a recoger las cajas de comida, los maridos al mercadillo, los niños a tirar a los contenedores de basura lo recibido con desagrado. Todo aumentaba el trasiego de coches. Ahora, con los vales se ha reducido notablemente todo ese movimiento. Las mujeres recogen sus vales, van al supermercado y cogen lo que quieren. Acabó el tirar la comida, (las marcas blancas) y el aceite de girasol a la basura. Compran sus botellas de aceite de oliva virgen-extra, sus buenos alimentos de primeras marcas y sus chucherías para los hijos; además de sus móviles de última generación. Los alimentos, naturalmente, importados de sus países de origen, porque lo que hay por aquí... Mmmm, no sé yo si estos alimentos son de fiar -dicen ellas, con o sin razón.
¡Que bien se vive donde se vive bien...! (Por eso vienen).

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