DOS CHISTES "DE RISA". (?)
Un pollo y un conejo se disponen a fumar yerba...El conejo lía un porro, se lo da al pollo y al rato le pregunta:
-- ¿Qué tal amigo, notas algo?.
-- Nada amigo. Nada de nada.
El conejo lía otro porro más cargado y se lo da al pollo, que le pega fuego.
-- ¿Qué tal ahora, notas algo?.
-- Pues no chico. Con este tampoco noto nada.
El conejo se mosquea pues sabe que la yerba es de buena calidad. Le lía otro más grueso y el pollo empieza a fumárselo con avidez. Al cabo de unos minutos el conejo le pregunta...
-- ¿Y ahora tampoco notas nada? -le dice burlonamente al verlo un poco mareado.
-- Tampoco amigo. Tampoco noto nada.
-- ¡Ya no sé qué hacer!. -piensa el pollo- Le voy a preparar otro que va a ser una bomba. Como me diga otra vez que no nota nada, le mando a la mierda y no le preparo ninguno más. El pollo lo enciende y al rato el conejo le dice:
-- Oye pollo, no me dirás que tampoco ahora notas nada.
-- Pues no amigo, de verdad te lo digo, no noto nada... ni el pico, ni las patas, ni las alas... Nada chico, no noto nada de nada.
Un hombre llega una noche al bar, se sienta y pide un coñac.
El camarero le sirve la bebida y al poco se acerca una señorita guapa, pelo largo y unas curvas increíbles...
-- Hola caballero, ¿tiene un minuto? -le dice.
-- Claro, claro. Dígame -le responde él amablemente.
-- Verá, es que esta noche tenemos una oferta increíble. Tenemos una oferta promocional, ya que es nuestra primera noche en este local. Por 50 euros le ofrecemos toda nuestra gama de servicios y durante todo el tiempo que desee. Incluso toda la noche de apasionado disfrute.
-- ¡Ay no!. -responde el hombre- Gracias por su generosa oferta pero estoy casado y no quiero poner en riesgo mi matrimonio.
-- Pero señor, esta oferta es solo esta noche de promoción. Es una pena que no la aproveche.
-- Ya, ya, pero le repito que soy casado, tengo dos hijos maravillosos y una aventura así...
-- Caballero el precio de una aventura como esta cuesta no menos de 200 euros y esta noche la tiene usted disponible por 50. Es una promoción que no se repetirá.
-- Sí, sí, lo entiendo, pero está mi mujer, mis hijos... ¡no voy a arriesgar todo eso!.
-- Bien señor. Lamento haberle hecho perder el tiempo. Buenas noches.
El super bombón se marcha y el hombre coge la copa de coñac vacía, la mira, se encoge de hombros y suspirando susurra...
-- Vaya mierda de vida. ¡Que desgraciado soy!. ¡No tener ni siquiera 50 euros en el bolsillo...!.
Rafael F. Condill
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