Casi nada es tan contrario como el agua y el fuego. En este caso el enemigo es el hielo, quizás más chocante, pero real como la vida misma. Esta rareza, llamada Wanniandong, se encuentra en China. En 'cristiano' lo llaman la Cueva de los 10.000 años, una cueva de hielo situada a 85 metros de profundidad en el Condado de Ningwu. El lugar está situado a 2.300 metros sobre el nivel del mar y se formó en el periodo Cenozoico, unos tres millones de años atrás.
Naturalmente se trata de la cueva más famosa de China y en 2011 fue nombrada geo-parque de Interés Turístico Nacional. No hay otra con tal volumen de agua congelada pues consta de cinco niveles, conectados entre sí por puentes y escaleras de madera, aunque los visitantes solo pueden acceder a tres de ellos. Para poder realizar la visita hay que ir provistos de buenas prendas de abrigo debido a las bajas temperaturas del interior. Allí las estalactitas y estalagmitas de inusual belleza no son de material carbonatado, sino de puro hielo de una antigüedad casi incalculable. Miles, si no millones, de años.
Grandes salas de hasta 20 metros de altura están repletas de columnas, cascadas, cortinas y flores, todo ello de antiquísimo hielo perpetuo. Claro que a esta belleza sin igual se le añade otra curiosidad más extraña todavía y es la presencia de un vecino, a escasos 500 metros de distancia, que es una especie de volcán en activo. Bueno, en realidad, más que un volcán se trata de la combustión espontánea que viene de antiguo de una mina de carbón. Siendo este mineral muy abundante en la zona resulta extraño que no haya habido conexión entre uno y otro fenómeno pero, al menos de momento, no lo hay.
El hielo no para de acumularse en 'la Cueva de los 10.000 años', mientras la quema del carbón fosilizado que hay a su alrededor tampoco para de arder. Enemigos acérrimos que sin duda no han contactado todavía. Por muy próximos que se encuentren uno de otro, está claro que entre medias hay una importante pared de roca que separa mundos tan diferentes y tan contrarios entre sí...
RAFAEL FABREGAT
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