28 de septiembre de 2016

2206- UN CASTILLO CON FANTASMAS.

Fantasmas hay muchos, pero estos son especiales.  En el Castillo de Malahide, ubicado en el Condado de Dublín, en Irlanda, todo es especial. Este castillo encantado es el más antiguo del país y durante ocho siglos siempre ha pertenecido a la misma familia Talbot. Fue en 1.174 cuando, en agradecimiento a su ayuda en la conquista de Irlanda, cuando el rey Enrique II de Inglaterra donó a su caballero Richard Talbot el puerto de Malahide y 100 hectáreas de tierra circundante. La familia Talbot inició de inmediato los trabajos de adecuación de la finca y la construcción del castillo que nos ocupa. Sin embargo las cosas nunca son fáciles y tardaría mucho tiempo en poder divisarse el imponente castillo que vemos hoy.

Las partes más antiguas del Castillo de Malahide son pues del siglo XII y en ellas vivió la familia Talbot durante más de tres siglos pero en pleno siglo XV, ya reinando Eduardo IV de Inglaterra, fue cuando se acometieron los trabajos de ampliación, a excepción de las torres que tendrían que esperar tres siglos más para ver la luz. Siempre casa de la familia, desde entonces el castillo, estancias y decoración no han parado de mejorarse.
Lo mismo para la importante finca anexa y los accesos, hoy convertidos en museo. 
Y es que, a falta de descendientes, el último Barón Talbot cedió el castillo a su hermana Rose en 1975 y ésta lo vendió al Consejo del Condado de Dublín como pago de los impuestos de sucesión. Hoy el Castillo de Malahide es un importante Palacio-Museo que muestra al visitante diferentes estancias con arte y muebles del siglo XVIII, así como un Museo Ferroviario con maquetas de trenes a escala, hechos a mano por el ingeniero Cyril Fry.
Todo un interesante recorrido que merece la visita de miles de personas.

Pero bueno, a lo que íbamos... Todo lo relatado anteriormente es para que lo lectores sepan que, si están por allí cerca, merece la pena una visita a este interesante castillo. Si lo leído hasta ahora les parece insuficiente, sepan la leyenda dice que entre sus paredes hay entre cinco y siete fantasmas esperándoles. De todas maneras no hay que hacer demasiado caso a las leyendas irlandesas, siempre colmadas de imaginación. El caso es que son varios los que murieron en el Castillo de Malahide el día de su boda y, enterrados allí mismo, son sus fantasmas los que pululan por allí, siempre por mal de amores. Hace poco se ha comprobado que en verdad ya solo queda un fantasma y es el de un paje acompañante y protector de la hija de los Talbot. La historia es la siguiente...

En ausencia del paje, del que la muchacha estaba enamorada, una noche fue violada por un hombre malvado que la pretendía y cuando el paje regresó fue acusado de ser el causante del atropello. A pesar de la declaración exculpatoria de la muchacha el paje fue condenado a la horca y ella se suicidó antes de que la obligaran a casarse con el violador que había conseguido de su padre la promesa de matrimonio. Como vemos en la foto adjunta, a día de hoy el fantasma de aquel desdichado todavía vaga por las dependencias del castillo buscando a su amada. Por cierto, se dice que es un joven entrañable al que todos los trabajadores de la casa le han cogido mucho cariño... Yo de ustedes iría a verlo. Si hay fantasma vale y si no lo hay, habrán visitado el castillo más antiguo de Irlanda, que también merece la pena...

RAFAEL FABREGAT

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