2205- LA CUEVA DE POSTOJNA.

Eslovenia tiene un montón de atractivos turísticos, unidos a una belleza paisajística sin parangón. Hoy toca relatar la belleza de una cueva situada en Postojna. La ciudad cuenta con unos 15.000 habitantes y está situada al sudoeste del país; a 50 Km. de las costas adriáticas y a otros tantos de Liubliana, la capital de Eslovenia. 

Las formaciones karsticas son habituales en esa zona y por lo tanto hay otras cuevas que se pueden visitar, pero ninguna con las características y tamaño de éstas.
La Cueva de Postojna es la gruta más visitada de Europa. Además de un mundo subterráneo maravilloso, con 24 Km. de túneles y galerías, cuenta con el atractivo de un tren (actualmente eléctrico) que interna al visitante hacia sus bellísimas entrañas. Todos los escenarios son allí fascinantes y la visita se hace extremadamente corta.

Claro que la visita turística cubre 'tan solo' 3,8 Km. en tren y 1,2 Km. a pie. A los amantes de las grutas todo nos parece precioso pero la Cueva Postojna es algo más, mucho más. El moderno tren subterráneo permite al visitante descubrir la extraordinaria fisonomía de esta cueva sin cansarse y sin perderse el más mínimo detalle ya que los viajes se realizan con expertos guías que destacan cada uno de los atractivos de la gruta. Para mayor comodidad a la entrada cada visitante puede disponer de audio-guías en varios idiomas. Eslovenia cuenta con más de 11.000 grutas y ésta es la principal de todas ellas. El precio (no es barato) son 24 euros los adultos, 19 euros los estudiantes y 14 euros los niños... pero vale la pena.  

Su interés es tan cierto como lo puede ser un partido de fútbol, donde en unos te duermes y en otros estás los 90 minutos saltando en el asiento. La Cueva Postojna no es de las que te duermes, pero también ostenta el triste récord de ser la más cara de Europa. Ya no para las entradas, que lo son, sino también para todo el entorno que la rodea. A tu llegada el propio parking ya es de pago, como también lo son las audio-guías que debes coger sí o sí. Te ofrecerán una doble entrada para que visites también el Castillo de Predjama, al que no puedes negarte dado su notable interés y son otros 8 euros. ¡Menos mal que los menores de 5 años solo pagan 1 euro!. 

Alrededor de la entrada a la cueva todo son restaurantes, hoteles y tiendas de souvenirs y como para entrar hay que esperar a la hora que te corresponda, ¿quién se resiste a tomar un refresco?. Los precios... sin comentarios. Antes de entrar a la cueva te advierten que dentro hace frío y el tren va relativamente deprisa, como si se tratara de una atracción de feria, lo que aumenta notablemente la sensación de frío. Ni se os ocurra sacar un brazo o levantaros del asiento, pues el menor roce puede hacerte mucho daño. Eso sin contar que otros trenes te cruzan en sentido contrario durante el recorrido infernal. Mucho ojo pues, si viajan con niños. Al finalizar esta primera etapa sigue el paseo subterráneo y entonces el cuerpo va templándose con el ejercicio. 

En pleno verano hay grupos de hasta 300 personas o más y los guías piden al 'pasaje' que se agrupe según el idioma que comprendan. (Italiano, alemán, francés e inglés). Si eres español, ¡audio-guía!. La visita a pie tiene algo más de un kilómetro de recorrido y dura casi una hora. Caminos de hormigón, escaleras que suben o bajan y algún puentecillo, todo ello con barandillas de seguridad. Es seguro, pero no olviden llevar calzado adecuado. La mayor parte de los grupos son demasiado numerosos y no te enteras de lo que el guía va contándote. Lo más espectacular de la Cueva Postojna son sus dimensiones. Salas de altura y ancho inimaginables y todas ellas repletas de todo tipo de formaciones. Vuelta al tren y fin de la visita, no sin antes pasar por una zona de interpretación.

Salidos a la superficie muchos deciden comer allí mismo, en alguno de sus muchos restaurantes, claro que comer bien y barato es imposible. 
De postre nos quedará la visita al Castillo Predjama, que no podemos dejar en el tintero, y para los verdaderos enamorados de las grutas decir que próximas a ésta tenemos las Grutas Skocjan, lugar de nacimiento del río Reka, un inmenso cañón subterráneo, salpicado por pasillos, grutas y puentes colgantes y del que hablaremos en otra ocasión. Se trata pues de un río subterráneo de grandes dimensiones y de incomparable belleza que no podemos dejar de visitar estando tan cerca del mismo. Una visita, también guiada, que recorre 3 Km. y dura un par de horas. Opcionalmente se pueden recorrer 2 Km. más, señalizados pero no guiados. 
Mmmm, por hoy creo que ya he tenido bastante...

RAFAEL FABREGAT