6 de julio de 2019

2807- EL CISMA ESTÁ SERVIDO.

Los curas ya no aguantan más, y hacen bien. ¿Qué tiene que ver su vocación sacerdotal con sus naturales necesidades sexuales?. Nada de nada. ¿Acaso Jesús de Nazaret, su mentor, no probó mujer?. Tampoco el hecho, más que probado, de la gran cantidad de gays que hay en las filas sacerdotales debería ser motivo de burla y escarnio. Buena parte de las iglesias españolas están esta semana sin curas. No están enfermos, gracias a Dios, sino en la fiesta madrileña del "Orgullo Gay". Desde el punto de vista sexual, entre sacerdotes, da la impresión que es más fácil ser gay que hetéreo. No por estar mejor visto, que será que no, pero sí porque es más fácil pasar desapercibido. No es lo mismo un saludo, un abrazo, e incluso un beso, entre mujeres que entre hombres y, para el caso, un gay activo o pasivo es una mujer con pene. Claro que las monjas también tienen sus problemillas...

Tal como están las cosas, la Iglesia debería plantearse de una vez por todas el asunto del celibato. No se arreglaría el 100% del problema sexual por el tema citado de las desviaciones, pero si el 90%. Que dejen ya de una vez que se casen, con hombre o con mujer que, visto lo visto, ya importa bien poco. Aquí de lo que se trata es de tener las "necesidades" cubiertas, que los "picores" no son aconsejables y menos aún si se va en "manada". Los obispos alemanes están replanteándose el celibato y la moral sexual. El caso no es para menos. Ya han aguantado bastante. El caso es que Roma no está dispuesta a ceder y esto podría dar pie a un Cisma en la Iglesia Católica. La carta del papa Francisco no se ha hecho esperar en la Conferencia Episcopal alemana cuya convocatoria fue unánime en la asamblea de Marzo pasado.

Se necesita un debate estructurado que dé respuesta al estado de shock en el que la iglesia alemana está inmersa desde el escándalo de los abusos a menores. ¿No te digo?. ¡Malditos picores...! En la anterior asamblea fue presentado un exhaustivo informe que ponía cifras al problema. Nada menos que 3.677 víctimas, la mitad menores de 13 años y 1.670 religiosos implicados. Los obispos alemanes consideran insuficiente las condenas expresas y los actos de contrición. ¡Hay que atacar las causas!. Hay muchos sacerdotes incapaces de vivir con el celibato y eso no les hace menos aptos para predicar la Fe de Cristo. Nada tiene que ver una cosa con la otra. Los sacerdotes son humanos y tienen las mismas necesidades sexuales que la gente corriente, de la misma manera que pueden gustarles hombres o mujeres.

El cardenal Reinhard Marx tiene claro que el mundo actual exige cambios que hay que saber afrontar. Se puede valorar positivamente el celibato, pero no exigirlo. La sexualidad de los sacerdotes no ha sido nunca valorada suficientemente, como tampoco se le ha dado a la mujer la oportunidad de participación en el ministerio. Por todo ello, en lo que resta de este sínodo, está previsto dotar a las mujeres de mayor poder y representación. Otro capítulo importante será la moral sexual de los sacerdotes y su forma de afrontarla dentro de la vida sacerdotal. Para algunos serán demasiados cambios y la intervención papal se ha hecho necesaria. Mediante una carta, Francisco saludó el proceso pero advertía que frente a tantas carencias era necesario buscar soluciones que permitan poner orden y sintonía dentro de la vida de la Iglesia.

"Hay que superar -dijo el cardenal- la ansiedad que nos encierra en nosotros mismos, pero sin olvidar que formamos parte de un estructura más grande que nos espera y necesita. Hay que reflexionar en la unidad, no buscando argumentos discordantes. Para que se produzca un cambio cultural hay que escuchar las críticas. Si la Iglesia rechaza los desafíos actuales, puede volverse completamente irrelevante. La crisis de la Iglesia, es en esencia una crisis de fe". Ignoramos cómo deberá afrontar la Iglesia la profunda crisis sexual de sus sacerdotes, pero está claro que el asunto es grave y necesita soluciones valientes al respecto. En las últimas décadas el mundo ha cambiado mucho y no se pueden cerrar los ojos ante esta problemática. Más bien hay que buscar soluciones que satisfagan a todas las partes o de lo contrario podría producirse una ruptura igual o mayor de lo que supuso la Reforma Protestante. Esperamos la suficiente cordura para que no se llegue tan lejos...

RAFAEL FABREGAT

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