16 de julio de 2019

2813- LOS SIRIOS EN ESPAÑA.

Torre y Mezquita de Al-Omari, en Bosra. (Siria)
Es de sobra conocida la inmensa riqueza monumental que dejaron los romanos y otras muchas civilizaciones anteriores en los territorios de Oriente Medio y en este caso en la actual República de Siria. Lamentablemente, después de más de ocho años de guerra civil, mucha de esta monumentalidad ha desaparecido bajo los escombros provocados por los miles de bombas caídas sobre ella. Buena parte de lo que podemos ver hoy ya no son ruinas perfectamente identificables, sino escombros. Piedras diseminadas y rotas por los obuses del absurdo más irracional. Bosra es uno de esos emplazamientos arqueológicos, otrora privilegiados y actualmente en total estado de ruina. Tierra de negras rocas de basalto, empleadas en la construcción desde varios milenios atrás.


Teatro romano de Bosra.
Paso obligado de las caravanas procedentes de Arabia, hizo que Bosra llegara a cobijar a más de 50.000 almas. Todo un reto para la época. La historia menciona por primera vez a esta ciudad en el siglo XIV a.C. por medio de las "Cartas de Amarna" y con el nombre de Busrana. Su máximo desarrollo llega en el siglo II a.C. al ser convertida en capital del norte por los nabateos, aunque oficialmente ese título no le llegó hasta el mandato de Rabbel II. A su muerte en el año 106 el emperador romano Trajano encontró las resistencias debilitadas y el 22 de Marzo de ese mismo año conquistó el reino nabateo, nombrando a Bosra capital provincial romana de Arabia Pétrea. Más de 5.000 legionarios se instalaron definitivamente en la ciudad como guarnición de la Legio III Cyrenaica construyéndose palacios y, entre muchas otras cosas, un Teatro para 17.000 espectadores.

Espantabruixas de la comarca del Serrablo. (Huesca)
Sin embargo, por extraño que parezca, lo que se pretende en esta entrada al Blog es hablar de España y concretamente de las iglesias del románico aragonés y en particular de la de San Pedro de Lárrede, una de las principales del "círculo larredense", dentro de la comarca del Alto Gállego, conocida como el Serrablo. El mencionado círculo se extiende en las proximidades de la ciudad oscense de Sabiñánigo y aglutina un grupo de templos rodeados de simples aldeas con casas rematadas con chimeneas troncocónicas de piedra (espantabruxas) feísimas en general pero, justamente por eso, cumplían su cometido a la vez que sacaban el humo de la casa. También se empleaban en su construcción piedras perforadas que silbaban en las noches ventosas. Todo cabe para espantar al diablo y para resistir incluso a la caída de la vivienda.
San Pedro de Lárrede es uno de esos templos que tampoco resistió los embates del viento y los muchos años a sus espaldas, pero afortunadamente fue restaurado. 

Ábside de la iglesia de San Pedro de Lárrede.
El templo fue construido el año 1050, de una sola nave pero excepcionalmente con planta de cruz latina. Sus rasgos son coexistentes con el mozárabe hispano, influencias carolingias y el románico introducido a principios del siglo XI. Su planta cruciforme se consiguió al añadirle a ambos lados del ábside semicircular dos estancias laterales que forman el falso crucero y por lo tanto más bajas que la nave central. Nave y estancias laterales están cubiertas con bóvedas de medio cañón, mientras que el ábside lo hace mediante bóveda de horno. Es la única iglesia de la comarca cubierta con bóvedas de piedra. La única decoración exterior se concentra en el ábside, articulado con siete arquillos ciegos y friso de gruesos baquetones. Esta interesante iglesia románico-aragonesa y su extraordinario arquitecto fueron capaces de cargar su enorme peso, incluso sus bóvedas de piedra, sobre ligeras columnas de morfología idéntica a la empleada en las columnillas de las ventanas de la torre, que se logra mediante la superposición de sillares cilíndricos o "rodajas". 

El acceso a las capillas laterales desde el interior del templo es a través de arcos dovelados de falsa herradura. Junto a la capilla norte se encuentra el pequeño vano que daba acceso a la torre. El motivo de haber iniciado esta entrada con la breve historia de la ciudad y complejo arquitectónico de Bosra (Siria) es para dar justificación al misterio que ha rodeado históricamente a las iglesias del "Círculo Larredense" y entre ellas la de San Pedro de Lárrede. No hacen concesiones a lo decorativo pero sí al origen Sirio de sus constructores. Vean si no la similitud de su torre con la de la Mezquita Al-Omari de Bosra en Siria. (Foto de cabecera) No son campanarios, sino torres-minarete para llamar a la oración. Habitando la comarca en el siglo X, estos árabes dieron nombre sirio a muchos lugares del entorno y dejaron su impronta en los elementos constructivos de la época. Estos vocablos se creen procedentes de las proximidades de Bosra, junto al camino de Damasco a El Cairo. A estos colonizadores medievales, el río Gállego les recordaba a Yilliq, una localidad siria famosa por sus aguas y de la que al parecer provenían. Se sabe con certeza que en el Alto Gállego serrablés se estableció una colonia de sirios en aquellos tiempos; de la misma forma que la Mezquita siria de Al-Omaria en Bosra tiene una torre de características idénticas a las que lucen las iglesias del Serrablo. Siendo todo ello de la misma época, la relación, más que probable, puede ser segura.

RAFAEL FABREGAT

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