Es la segunda mayor de las Islas Jónicas, pero la primera en Historia y leyendas sobre la Milología griega. Según el mito, Poseidón (dios del mar) se enamoró de la bella ninfa Córcira y la raptó. Poseidón la llevó a esta isla y como regalo nupcial le puso su nombre: Kórkira. Los habitantes de Corfú son sus descendientes.
Siempre en medio de conquistas y reconquistas la ciudad, único municipio de la isla, está rodeada de murallas y fortalezas que rodean la capital y buena parte de la costa. Perteneciente a Grecia, ninguna ciudad de este país está fortificada de forma tan desproporcionada. Durante siglos estuvo bajo control veneciano, rechazando una y otra vez los asedios otomanos. Finalmente cayó en manos británicas tras las guerras napoleónicas para finalmente fusionarse con Grecia. La ciudad fue fundada por los corintios, aunque la isla ya estaba habitada en el neolítico. Los romanos la conquistaron el año 229 a.C. para pasar posteriormente a manos de bizantinos, normandos y venecianos. Como se ha dicho antes, pasaría a manos francesas y británicas para recalar finalmente a la Grecia moderna mediante el Tratado de París del año 1864.
Desde 2007 es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los Corintios colonizaron la isla el año 734 a.C. pero con el tiempo se alió con Atenas y después con Esparta. Tras la destrucción de Agatocles, tirano de Siracusa, quedó bajo el influjo de Alejandro Magno y de los reinos del Epiro, para finalmente incorporarse al Imperio romano de Oriente en el 229 a.C. del que dependería durante siglos. En el siglo VII llegarían los árabes y posteriormente los normandos para quedarse en manos bizantinas en 1149. Tras la caída de Constantinopla por parte de los Cruzados, Venecia se anexionó el archipiélago y aunque los bizantinos intentaron recuperarlo Venecia mantuvo el control hasta 1797 cuando se la anexionó Napoleón.
Expulsados los franceses por parte de Inglaterra, Corfú y todas las islas Jónicas pasaron a manos británicas. Debido a la fuerte oposición griega, en 1864 fueron devueltas a Grecia. En la Primera y Segunda Guerras Mundiales, Corfú fue escenario de numerosos bombardeos y matanzas. Al consolidarse el estado republicano y democrático en Grecia, en el año 1974, se aceleró la prosperidad de la región basada principalmente en el turismo. El 24 de Junio de 1994 se firmó el Tratado de Corfú por el cual entró en la Comunidad Económica Europea y Corfú fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Corfú tiene en estos momentos una población aproximada de 100.000 habitantes, siendo el turismo la principal fuente de ingresos.
Aunque en poca cantidad también hay una agricultura boyante y dedicada principalmente a los cultivos de la vid, cítricos, aceite de oliva y quinoto. De esta última fruta se hace un licor que es típico de la isla. Sus aguas profundas permiten la llegada de ferrys y cruceros. Además de los muchos monumentos, es típica la visita a una serie de grutas azules que existen en los acantilados de la isla de Corfú. Desde varios enclaves turísticos, numerosas barcas de poco calado te llevan a ver esa maravilla natural. El secreto que no es tal, se debe a otras entradas sumergidas que hacen pasar la luz del sol al interior de la gruta y le dan ese resplandor azulado. Según la profundidad de esas entradas de luz el azul se vislumbra más o menos oscuro y brillante. Una nueva arma para el turismo curioso y que personalmente he disfrutado.
RAFAEL FABREGAT
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