31 de mayo de 2019

2782- AMIGOS DEL ROMÁNICO.

Ermita de Sant Aventí (s.XI) la más antigua de Aragón.
Hoy no toca hablar de grandes catedrales, ni de iglesias románicas o de monasterios imponentes con reliquias o sin ellas. Hoy apostamos por la sencillez sin complicaciones y hay una comarca que, sin apenas moverte de ella, nos muestra el cómo y el por qué de este estilo milenario, de cómo empezó y el por qué lo hizo en España en lugares tan apartados. El estilo románico nace en Europa Occidental durante los siglos XI y XII, ya mezclándose en el XIII con el más lucido y luminoso gótico. Fue una evolución y una revolución con influencias germánicas, habida cuenta el inmenso poder de estos pueblos del norte sobre los países mediterráneos. Nobles y clérigos alemanes se extendieron por todo el continente ocupando cargos eclesiásticos y militares... La herencia clásica se dejó sentir y con ella el románico italiano y el estilo lombardo, entre otras muchas peculiaridades. 


Ermita de Sant Roc.(s.XII)
Como era lógico esperar en España esta arquitectura nació pobre y en los condados catalanes, más próximos a la frontera con el resto de Europa. Es allí donde se llevaron a cabo los primeros abovedamientos en iglesias y ermitas y es por ello que el románico español cita en esa zona el empleo de los primeros arcos de medio punto y el empleo de la piedra de sillería no pulida, bóvedas de cañón y naves amplias y elevadas que descansan sobre pilares de sustentación. Se inicia este periodo con la austeridad propia de ermitas alejadas y acaba, ya en el siglo XII y XIII con la majestuosidad de  grandes monasterios, iglesias como las del Valle de Boí y hasta incluso en catedrales como la Gerona y otras muchas. No vamos a extendernos en nombrar los miles de monumentos románicos existentes en España. 


Sant Salvador de Bíbilis. (s.XII)
Se dijo al principio que hoy no tocaba hablar de grandes y sofisticadas obras del románico sino de las pequeñas que, como habréis visto, salpican esta entrada al Blog. Para ello nos hemos trasladado al norte del país, siguiendo la Ruta Jacobea. Es ahí donde vieron la luz las primeras pinceladas románicas y lo hicieron en ermitas como Sant Aventí, ermita más antigua de Aragón del siglo XI o Sant Salvador de Bíbils y Sant Roc del XII. Todo el prepirineo aragonés y catalán está salpicado de cientos de ermitas de este mismo estilo, algunas tan especialmente primitivas y modestas que apenas dejan vislumbrar que se trata de una ermita y no un simple refugio de montaña. Estas ermitas están situadas en el municipio o proximidades de Bonansá, pueblecito de la comarca de la Ribagorza en la provincia de Huesca, muy próximo al incomparable Valle de Boí, máximo exponente del románico, donde se dice y con razón que los Pirineos "tocan" el Cielo. 


Eso, claro está, son palabras mayores que hoy no vienen al caso puesto que ya fueron documentadas en entradas anteriores. Hoy les tocaba a las pequeñas ermitas, también de la zona, y que fueron levantadas incluso antes de lo que hoy son las auténticas joyas del románico catalán, declaradas Monumento de la Humanidad por la UNESCO. 
Cierra esta entrada una foto del interior de la ermita de Sant Aventí, que encabeza esta entrada y que muestra la serenidad y pobreza de estas ermitas primigenias. Pequeñas construcciones religiosas, construidas con mampostería, de una sola nave y rematadas en ábside con herradura toscamente articulada. En aquellos tiempos y en estos lugares no hacía falta más. Estaba la fe que hoy nos falta y que era lo más importante para aquellas gentes humildes que antes de acostarse y tras el duro trabajo diario, solían mirar al Cielo...

RAFAEL FABREGAT

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