Cansados estamos los conductores de cargar con la culpa de muchos de los accidentes en los que nos vemos involucrados por la chulería de unos y otros. Como es natural, cuando sucede cualquier percance entre coches y motos o bicicletas, la tendencia general es apoyar al débil y culpar al más protegido, en este caso al conductor del automóvil. Sin embargo todos sabemos también que esto no siempre es justo, pues hartos estamos de ver motos adelantándonos a velocidades impropias de la vía y a ciclistas ocupando buena parte de carreteras locales y sin arcén, charlando amigablemente unos con otros mientras circulan emparejados y muchas veces tres y más, sin apenas dejar espacio para los coches. ¡Ah y no se te ocurra tocar el claxon pues te levantan la mano lanzando toda clase de improperios!.
Actualmente también hay ya estadísticas que hablan del peligro del uso de los móviles al volante y de los peatones que cruzan las calles de las ciudades sin mirar semáforos y ni tan siquiera percatarse de su existencia. Pendientes de la pantalla de los dispositivos y la mayoría con auriculares, viven ajenos al peligro que corren y al que provocan para los conductores de los vehículos a motor. La administración es ya consciente de que el móvil es un peligro al volante, pero también entre los peatones. Ocho de cada diez lo usan mientras caminan por la ciudad. Fruto de esta inconsciencia son los atropellos, que se han disparado en un 28% en la última década. La Administración está estudiando la imposición de multas que alivien el problema, pero mucho nos tememos de que toda medida sea insuficiente.
El pasado año 2018 se produjeron 102.299 accidentes de tráfico con víctimas. El resultado fue de 1.806 muertos y 138.609 heridos. Curiosamente la mayor parte de los accidentes con víctimas se produjeron en las ciudades. El 48% de los fallecidos fueron peatones, ciclistas y motoristas, por este orden. Un 2% más que en el año anterior. La mayor parte de los accidentes lo son por distracciones de conductores o viandantes. Estudios al respecto determinan que no toda la culpa recae en los automovilistas, ya que ciclistas, motoristas y peatones asumen su parte de responsabilidad. Especialmente el número de viandantes atropellados aumenta año tras año. Ellos mismos reconocen que la causa principal es el ir con auriculares o pendiente de la pantalla del smartphone que los aísla del mundo en el que viven.
El uso más habitual de los auriculares es escuchar música, lo que provoca cruzar semáforos en rojo o por sitios inadecuados y sin paso cebra. La DGT está estudiando la posibilidad de endurecer las sanciones, tanto para conductores como para peatones y que ahora está en 200 euros y 3 puntos del carné. De aprobarse la medida, las multas serían en adelante de 500 euros y seis puntos. En el caso de peatones sin carné simplemente se tendría que abonar la multa impuesta. También es sancionable reprogramar el navegador mientras se conduce, ya que ésto debe hacerse antes de iniciar la marcha. Algunos países han incorporado en sus ciudades señales sobre el uso inadecuado del móvil entre peatones, claro que estas señales están dirigidas a los conductores de vehículos y no a los viandantes. En Suecia esta señal de peligro, situada en una calle de Estocolmo se hizo viral y las autoridades decidieron incorporarla al código de circulación.
RAFAEL FABREGAT
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