La frase es de Sócrates, filósofo griego, maestro de Platón.
Es una frase que todos deberíamos repetirnos de vez en cuando. Sin embargo, por el contrario, escuchamos demasiadas veces exposiciones sobre diferentes materias a gente que no sabe hacer la O, si no es con un canuto... Y, como si los demás fuéramos imbéciles, se quedan tan frescos. Se diría que no son conscientes de su incapacidad. Gente de mente ágil que, aprovechando esta viveza, intentan enmascarar su falta de conocimientos. Ante este tipo de elementos no vale la pena discrepar y menos aún intentar inculcarles conocimientos de los que ignoran su falta. Allá cada cual. Ellos creen a pies juntillas tener la razón y no merece la pena discutir.
Son gente de mente cerrada, uno de los motivos de su ignorancia. Se llama Dunning-Kruger effect. Un problema de algunas personas incompetentes que no solo sobreestiman sus propias habilidades, sino que infravaloran las de los demás. Aparte de esto está la estupidez que demuestra alguno de ellos al responder a los conflictos de forma agresiva. Es la reacción normal cuando algo no sale como ellos esperan. Esta agresividad es la forma inconsciente que tienen para intentar asegurar su posición frente a los demás. Los fatuos ignoran los sentimientos y las necesidades de los que tienen cerca. Intentan imponer su voluntad y abren y cierran puertas a su libre albedrío pensando ser superiores.
Es como la paja del ojo ajeno y la viga en el propio. Creen que los demás son tontos y no se dan cuenta de la supremacía que ellos intentan imponer. Es más, creen incluso que sin su intervención nada sería posible. Por el contrario los demás, más inteligentes, les dejan hacer y se instalan en la comodidad. No merece la pena discutir por semejantes idioteces. El único problema es que tales actitudes llegan a cansar y llega un momento en el que los "corderos" se rebelan y abandonan el rebaño. La gente inteligente tiende la mano y ayuda a los demás cuando lo necesitan, mientras que los estúpidos se limitan a criticar sus deficiencias. Después, cuando se les devuelve el capón, miran al cielo sin comprender...
RAFAEL FABREGAT
Excelente reflexión. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias. Especialmente por venir de una autoridad como usted.
ResponderEliminarUn abrazo y hasta siempre.