El presidente del Gobierno (en funciones o de vacaciones) tiene, entre otros, dos problemas de difícil solución: la inmigración africana y la despoblación de los pueblos del interior. La despoblación no le pide pan al presidente, motivo por el cual está durmiendo el sueño de los justos sine die, pero la llegada de pateras o de barcos que las recoge y aglutina en envíos al por mayor está dando qué hablar a Europa y al mundo entero. Sánchez, más preocupado por su aspecto, y por prolongar al máximo su estancia en palacio, que por los problemas de los españoles, se pregunta qué hacer con el Open Arms y con todos los barcos que vengan detrás con idéntico cargamento. Sabe perfectamente que España no tiene recursos para amparar todo cuanto llegue de África, ni trabajo para todos los que llegan de Sudamérica y países del este de Europa.
Bastante sería con que los jóvenes españoles, con varias diplomaturas a sus espaldas, encontraran aquí lo que tienen que buscar fuera de nuestras fronteras. Está claro que a un joven español, con carrera y varios masters, no puedes decirle que siembre un campo de patatas, pero quizás esa solución no sería tan mala para esos que llegan en patera, día sí y otro también. Claro que no tenemos del todo claro que los de las pateras quieran trabajo. A ellos alguien les ha contado que, en España y especialmente en Europa, para ganar dinero no hace falta trabajar. Eso es lo que les anima a venir, incluso arriesgando su vida, porque trabajo ya lo hay en su país. Lo que no hay allí es ganancia sin trabajar y poca trabajando. Por cuestiones que escapan a nuestro entendimiento, ellos han creído la mentira y aquí están, esperando a ver por donde hay que "no" comenzar.
Como todos sabemos, lo de ganar dinero sin trabajar, es una trola que no sucede en parte alguna. Como no te dediques a atracar bancos... Claro que eso también es un trabajo y peligroso además. El "capitan de la marisma" intentó solucionar el problema del Open Arms y las presiones que desde todas partes le caían encima, mandando un buque de guerra, como en la canción de "...y si Adelita se fuera con otro", pero una vez más hizo el ridículo más espantoso. Italia se le adelantó. Antes ya había ofrecido el puerto de Algeciras y a la media hora el de Mahón. ¿Por qué no les ofrecía el de Barcelona?. Vaya meteduras de pata. Claro que él no es el único que hace el ridículo en esta clase de cosas. Hay que ver también a esos artistas multimillonarios que se dedican a llevarles comida, para conseguir una publicidad gratuita, pero en su casa no quieren a ninguno de ellos...
Como todos sabemos, apenas el buque de la Armada Española salía del puerto, los emigrantes ya estaban desembarcados, duchados y con la merienda sobre la mesa. Está claro que sobre esta problemática no se sabe qué hacer. Europa no tiene una solución válida y menos aún España. Por una parte ponemos concertinas y por la otra lanzamos un salvavidas al agua, esperando que nadie lo coja. Venga a ofrecer puerto para los barcos de salvamentos y las cuchillas allá en lo alto para partir por la mitad a todo aquel que se atreva a saltárselas. De la misma manera que criticaban las "devoluciones en caliente" del PP, quienes tanto lo criticaron les abren la puerta y tras pegarles un sello de correos a la espalda los devuelven a su tierra por el mismo lugar que han utilizado para llegar. "Envío rechazado por el destinatario" -se llama eso.
Todo un buque militar, con cincuenta marinos, combustible para una travesía de casi 2.000 Km. y comida para todos, para traerse a España a 15 emigrantes que hace ya varios días que desembarcaron en Italia. Hubiera sido más barato traerlos en un vuelo de Iberia con billetes de Primera. Lo dicho, todo un despropósito de capitanes con preparación de "sargentos chusqueros". Ayer mismo, en un simple periódico de provincias, una ama de casa le daba al "okupa" del Palacio de la Moncloa la solución a todos sus males, lo cual nos indica que cualquiera piensa y discierne tanto o más que nuestro capitán sin bandera. Se trata del asunto de los emigrantes africanos y de la España Vacía... Decía la señora que, justamente en esos pueblos y aldeas abandonadas está el "trabajo seguro" para toda esa gente. Que les den casas y tierras abandonadas, para que restauren las primeras y pongan en explotación las segundas. Si es necesario que les den un crédito que cubra los primeros gastos. Trabajo nunca falta, lo que faltan son ganas de trabajar...
RAFAEL FABREGAT
Hola Rafael. Como siempre muy buen artículo. Espero que estés bien. Que lo pases de maravillas. Chaucito. 🌜⚘🌝⚘🌹🌟🌹🌛
ResponderEliminarHola María Rosa. ¿Que tal?. ¿Cómo va todo por ahí?. Hoy empezamos la última semana de Agosto, ya poniendo fin a las vacaciones estivales. Me alegra mucho recibir noticias tuyas. Espero que nunca te olvides de este grano de arena anclado en el mar Mediterráneo.
ResponderEliminarTe mando un abrazo muy fuerte. Hasta siempre.