Carboeiro es un antiguo monasterio benedictino con cenobio fundado en el año 939 por los condes Gonzalo Betotez y su esposa Teresa Ériz, esta última hija del conde de Lugo Ero Fernández. La escritura que acredita fecha y propietarios está actualmente desaparecida, pero el padre Yepes, historiador del monasterio de San Martín Pinario llegó a conocerla. Según ese mismo documento, en el momento de la adquisición y desde muchos años antes, existía en ese lugar una antigua ermita propiedad de una tal Egica que la vendió a los referidos condes. Los compradores financiaron la construcción inmediata de un cenobio del que el abad Félix, consagrado por los obispos Ero de Lugo y San Rosendo de Mondoñedo, fue el primero en ocuparlo.
Desde el primer momento numerosas reliquias propiciaron la llegada de peregrinos, la más importante la de San Lorenzo, titular del monasterio.También había reliquias de San Hipólito, San Pelayo, San Vicente, San Juan Bautista, San Juan Evangelista, San Pedro, Santo Tomás y San Martín de Porres, así como una de las espinas de la corona de Jesucristo en la cruz. A la muerte del conde, su viuda Teresa rogó al rey Ramiro I de Asturias que tomase el Monasterio de Carboeiro bajo su protección. El rey aceptó el encargo y la proveyó de toda clase de privilegios, bajo control directo de la Corona y convirtiéndola en abadía. Durante los siglos X al XII vivió la etapa de mayor esplendor, especialmente en los primeros tiempos, cuando la hija de los condes (Doña Aragonta) estaba casada con el rey Orduño de León.
En épocas posteriores las costumbres del monasterio se relajaron hasta el punto que, a finales del siglo X, el rey Bermudo II dispersó a la comunidad religiosa y puso en su lugar a dos presbíteros benedictinos. El cenobio volvió a brillar, siendo uno de los más importantes de Galicia, con dominio sobre varias poblaciones y abades, entre los que destaca San Fragildo. En 1209 el abad Fernando inauguró la iglesia que actualmente podemos contemplar, transición del románico al gótico. Desde 1267 y hasta las reformas religiosas de los Reyes Católicos de finales del siglo XV, no hay noticias del Monasterio de Carboeiro. Propiciado por los papas Inocencio VIII y Alejandro VI, San Lorenzo de Carboeiro pasó a ser priorato dependiente de la abadía de San Martín Pinario, en Santiago de Compostela.
Regido por dos monjes dedicados al control de la hacienda y al cobro de las rentas, Carboeiro se dedicó también a la vida espiritual de los habitantes de la comarca durante largos años. Tras la desamortización de Mendizábal el monasterio pasó a ser propiedad particular, pero sin interés alguno por parte de los compradores. Instados los monjes a abandonar la propiedad, en pocos años no solo cayó la techumbre, sino que su interior sufrió diferentes expolios que dejaron el monasterio en estado ruinoso.
A partir de 1974 se llevaron a cabo trabajos esporádicos de restauración que finalizaron en 2006 con la suficiente calidad y garantía como para que actualmente, no solo se permita su visita, sino que el complejo se pueda dedicar a diferentes talleres educativos.
RAFAEL FABREGAT
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