2428- EL DÍA DE EL CORTE INGLÉS.

En un mundo como el de hoy, en el que se ha perdido el respeto a las gentes y a sus tradiciones, ayer, día 5 de Junio de 2017. fue para los vecinos de Cabanes (Castellón) "El Día de El Corte Inglés". Quien no conozca el asunto dirá: ¿De qué estamos hablando?. Pues muy sencillo... Es continuación de lo escrito en el día de ayer. Historia Local y Tradiciones de las gentes de Cabanes (Castellón) España, con las que los vecinos hemos vivido hasta ahora y que lamentablemente se han visto truncadas por la burla de unos y la inoperancia de otros. De fuera vendrán que de nuestra casa nos echarán. Ya falta poco para ello. Mandar es hacer lo que te venga en gana y que los otros te sigan, gustosamente o a la fuerza. El objetivo es implantar tus opiniones y paralizar las de los demás, modificando ideas y trazados, caminos y costumbres. 

Eso es mandar. Según dicen, algo más valioso que el propio dinero. 
¿Democracia?. Jamás hubo tantos dictadores...
Con una larga Historia que nos hace descendientes de aquellos que otrora habitaron el hoy ruinoso Castillo de Miravet, conquistado el año 1091 por el rey Pedro I de Aragón y su lugarteniente Don Bocallá Ferrech, señor de Luna y antecesor del papa Benedicto XIII, los vecinos de Cabanes, cual ganado aborregado, han visto trasladada de un plumazo caciquil la emblemática Romería de retorno de nuestra Patrona la Virgen del Buensuceso a la ermita que la cobija el resto del año. Todos sabemos de quien partió la idea y quienes la permitieron, alegando modos democráticos que no fueron tales. Antiguamente se decía que las leyes están para cumplirlas, pero lo que ahora se lleva es soslayarlas dentro de la legalidad. Aquí no se habla de conveniencias de unos y otros (que también) sino de tradición y de un respeto aquí inexistente.

Durante siglos el segundo día de la Pascua de Pentecostés fue la fiesta más esperada de las gentes de Cabanes y así lo reflejan las crónicas de la localidad. Día de bajada de nuestra Patrona la Virgen del Buen Suceso a su ermita, en solemne procesión y día de hermandad de todos los vecinos de la villa en los alrededores de la ermita de "Les Santes". Nuestros antecesores, con sus amigos y familiares, bajaron ese mismo día durante siglos a celebrar esa importante cita de fervor y asueto en el Barranco de Ritxer, pero aquella sangre está ya muy diluida. Son tiempos de movilidad demográfica. Si Dios existe, que algunos sacerdotes no lo creen ni lo temen, sin duda tiene mucha paciencia. En un mundo como el de hoy, más semejante a Sodoma y Gomorra de lo que fue en ninguna época de la Historia, tanto Él como su Madre ya no deben saber qué hacer con esta humanidad tan corrompida. 

A este respecto debemos recordar el único pasaje violento de la vida de Jesús, que la Biblia nos relata de la mano de San Juan, II, 13-22... 
Se acercaba la Pascua. Jesús subió a Jerusalén y vio que -al igual que sucede ahora en Cabanes- en el templo había comerciantes y cambistas. Indignado hizo un azote con unas cuerdas y los echó a todos a la calle con estas palabras: "No hagáis de la casa de mi Padre un mercado".
La Historia se repite. Los ateos conquistan a los servidores de la Iglesia, instalando dentro de la misma el tenderete de sus intereses, violando costumbres y tradiciones históricas. El resultado es que, sin desearlo, muchos de los antiguos fieles se verán obligados a vivir su vida de espaldas a la Iglesia, abandonando caminos anteriormente recorridos. Claro que lo que nosotros hagamos, a ellos les importa un comino...

Hasta ahora, el segundo día de la Pascua de Pentecostés (lunes) y aunque el mal tiempo impidiera la fiesta, la Virgen era bajada igualmente a la ermita, debidamente protegida y con el tipo de vehículo disponible según la época. 
Este año de 2017, con la bendición del sacerdote local, la política se ha metido en el templo de Cabanes y ha violado costumbres y tradiciones históricas organizando la bajada de la Virgen para el día anterior. Está claro que no hay ángeles, pero sí demonios. 
El caso es que ese día rayos y centellas impidieron la romería organizada fuera de fecha y al día siguiente, que era cuando en verdad correspondía hacer el retorno, no podían conseguirse los elementos de seguridad, avituallamiento y protección, actualmente indispensables. 
Con un sol de justicia, el día de la fiesta más grande de la localidad (que nadie sabía cómo emplear) la gente marchó a la playa, a El Corte Inglés u a otros supermercados, mientras la Patrona seguía (y sigue todavía) en la iglesia de Cabanes. Hasta el próximo domingo, o hasta que el tiempo y las autoridades (religiosas y políticas) lo permitan. 
- ¡Viva la democracia! -dicen los que mandan. 

RAFAEL FABREGAT