21 de junio de 2017

2439- REFLEXIONES DEMOCRÁTICAS.

¡Y cuando más tenemos, más queremos!. Es sin duda la mejor y más justa forma de gobierno, pero no es perfecta y no lo es porque, en todas las formas de gobierno, quien manda siempre abusa. Ya lo dice el refrán: 
"Quien parte y reparte,
siempre se queda
con la mejor parte".
Personalmente, Democracia y Libertad no me parecen sinónimos. Está claro que el término libertad significa poder decidir y llevar a la práctica aquello que has decidido, pero en democracia lo que se "debería" llevar a la práctica no es lo que tú decides, sino lo que decide la mayoría. Digo "debería" porque así tendría que ser, pero no lo es. No, no pongan esa cara de asombro... 

En realidad, lo que se lleva a la práctica es lo que los políticos deciden con sus chanchullos. Claro que, dado que la palabra es muy fea, ellos lo llaman pactos y se quedan tan anchos y nosotros, una vez más, jodidos. Al final todo es lo mismo. Con las palabras "Democracia y Libertad" nos hacen creer que todo depende de nosotros, de nuestra voluntad, pero no es así. No pintamos nada. ¡Y somos tan fáciles de engañar...!
Es entonces cuando alguien te dice que: "si no te gusta cómo lo hacen, a las próximas elecciones votas a otros". Ya, ya pero... ¿a quién? 
Una visita al mercado central, una hipócrita caricia a la cabecita de un niño ¡y ya está!, ya tienen nuestro voto en la urna. Si no gana ese candidato, jamás se acuerda de sus promesas y palabras de ánimo a las gentes de la calle. Claro que si llega a ganar... ¡todavía se acuerda menos!.

La libertad es hacer lo que uno quiera, pero la democracia es hacer lo que quieren (la mayoría de) los demás. Ese es el problema. ¿Qué hacer para que la mayoría quiera lo que uno quiere?. Pues nada... ¡Imposible!. Resulta chistoso, incluso ridículo, que algunas personas te digan que ellas hacen lo que quieren, porque vivimos en Democracia.¿Perdona...? No conozco a nadie que haga lo que le venga en gana y menos aún que esto tenga algo que ver con el término "Democracia". En todo caso eso sucederá en caso de Dictadura porque en Democracia jamás nadie, ni siquiera el Presidente del Gobierno, puede hacer lo que le venga en gana, sino lo que la mayoría decida qué hay que hacer. Esos, normalmente niñatos irreflexivos que dicen tales sandeces, no son demócratas ni quieren serlo y solo buscan la libertad de actuar libremente y sin normas establecidas.

El adjetivo calificativo para tales personajes es el de anarquistas, gente subversiva que se echa a la calle a las primeras de cambio, no para manifestarse, sino para romper escaparates, quemar contenedores, montar barricadas y lanzar todo tipo de objetos a las fuerzas del orden público. Esos desmanes nunca están protagonizados por gente demócrata, sino por revolucionarios que disfrutan haciendo pedazos la Democracia y las leyes y normas que nos hemos dado los demás. Está claro que, demasiadas veces, los políticos no son merecedores de nuestro respeto, puesto que nos tratan como auténticos borregos. De nada sirve que muchos de ellos también hayan nacido en el mismo rebaño. Una vez en el poder pierden la memoria, pero esa no es excusa para que la gente de bien abandone el camino de la verdad y de la justicia. De todas formas, allá cada cual con su conciencia...

RAFAEL FABREGAT

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