21 de abril de 2019

2756- LA BIBLIA DEL DIABLO.

En realidad se llamaba "Codex Gigas", un monstruoso libro de 75 Kg. que contiene la imagen de Satanás y que, según una leyenda medieval, lo escribió un monje en una sola noche con la ayuda del Diablo. El título de Codex Gigas significa en realidad "libro grande" y vaya si lo es. Se trata de un antiguo manuscrito medieval cuya creación fue llevada a cabo en el siglo XIII, escrito en latín por el monje "Germán el recluso". Sus medidas son de 92x50x22 cm., 624 páginas y, como se ha dicho, 75 Kg. de peso, lo que lo convierte en el manuscrito mas grande de los que se tiene conocimiento. La Historia, entre realidad y leyenda, refiere que fue escrito el año 1.230 en el Monasterio de Podlazice, en la actual Chequia. 

El monje benedictino Germán, condenado a muerte, prometió escribir un libro en una sola noche si le perdonaban la vida. 
Los altos mandos de la orden se burlaron de él aceptando el reto, pidiéndole que no tenía que ser un libro cualquiera, sino el más grande jamás conocido y que debía contener la Biblia y toda la sabiduría humana. Aquellos benedictinos eran apodados "los monjes negros", por ser una orden que juraba votos rigurosos de obediencia, ayuno, castidad y privaciones de toda índole. Bajo tan férreo régimen estaba Germán, un monje vanidoso que incumplía frecuentemente sus votos hasta el punto de ser condenado a muerte. El castigo ejemplarizante se llevaría a cabo a primera hora del día siguiente y consistiría en morir emparedado vivo. Sin embargo, según la leyenda, un pacto con el Diablo le salvó la vida. 

Germán escribió página tras página hasta que se le entumeció la mano antes de terminar el primer capítulo, pero en ese momento se le apareció el Diablo. Lucifer le propuso terminarlo, a cambio de que en una de sus páginas apareciese su figura, así como una maldición no especificada a sus poseedores. Antes del alba el libro estaba perfectamente acabado e incluso encuadernado. Lo curioso es que su texto era muy poco común en un libro eclesiástico: el Antiguo y Nuevo Testamento, las etimologías de San Isidoro de Sevilla, dos obras de Flavio Josefo, el "Ars Medicinae" de Galen de Pérgamo, la Chronica Boëmorum de Cosmas de Praga y un calendario. Con el monasterio en graves problemas financieros y sabiendo que el libro contenía una grave maldición para quien lo poseyera, los monjes vendieron el manuscrito a los Cistercienses de Sedlec, por consejo del obispo Gregorio de Praga. Los benedictinos se habían arruinado y los cistercienses sufrieron la peste bubónica sin apenas dejar supervivientes. Los que quedaron entregaron el libro al monarca Rodolfo II de Habsburgo que había mostrado interés en poseerla.
Prometiéndoles que se trataba solamente de un préstamo personal, los supervivientes le cedieron la obra a cambio de una ayuda económica pues habían quedado en la ruina más absoluta. 

El libro salió del monasterio el 4 de Marzo de 1.594, llegando a Nymburk el día 16 del mismo mes, quedando incorporado al "Gabinete de las Maravillas".  En la Corte del extravagante Rodolfo II había científicos de todas las materias y una legión de magos, profetas y alquimistas. Pero incluso en ese ambiente Rodolfo escondió la obra a fin de que nadie pudiera decir que trataba con el Diablo. Era a escondidas cuando ojeaba sus páginas esperando encontrar algún mensaje oculto. Aún así, su secretario Jan Huberus anotó en 1597 haber examinado este libro con la benevolencia de su imperial majestad. Ante el saqueo de las tropas suecas y la caída de Rodolfo II, la Corte y parte de sus colecciones pasaron de Praga a Viena, no así el "Codex Gigas" que fue parte del botín llevado a Estocolmo por los suecos. 

Cristina de Suecia ordenó inmediatamente que el libro fuera llevado a la biblioteca de su castillo. La Universidad de Estocolmo, ciudad que todavía alberga esta obra, calcula que serían necesarios 30 años para escribirla, si tuviera que hacerlo una sola persona. Teniendo en cuenta la uniformidad del estilo que contiene tanto en prosa como en dibujos, se considera que efectivamente fue una sola persona quien lo hizo. Para los estudiosos, pero también para los simples curiosos de la Historia, la Biblioteca Nacional de Suecia ha subido a internet el "Codex Gigas", en alta resolución y con todo lujo de detalles a fin de que cualquiera pueda estudiarlo o simplemente echarle un vistazo. Con este gesto el gobierno sueco espera que alguien pueda contribuir a que se encuentres detalles o códigos ocultos.

RAFAEL FABREGAT

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