17 de abril de 2019

2753- POLÍTICA Y POLÍTICOS.

Desgraciadamente, política y políticos son necesarios. Sin embargo no merece la pena votar. Nadie puede saber a ciencia cierta donde irá a parar su voto. ¿Para que soportar colas interminables, siendo probable que tu voto vaya a engrosar la cuenta de aquellos que consideras poco menos que enemigos, contrarios a tus ideas y a tus intereses?. 
El célebre cómico Groucho Marx decía, entre muchas otras cosas, que ..."La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y después aplicar remedios equivocados". Siendo así, que así es, ¿para que discutir con nadie de asuntos políticos y de los personajes que los representan?. No merece la pena. Son todos unos impresentables que solo miran por su interés y el de los "amigos" en quienes se apoyan

La carrera ha comenzado y, según los sondeos, todavía hay un 30% de gente indecisa. ¿Extraño?. Para nada. Estamos indecisos porque hay demasiado gamberro en la calle y pocos políticos que puedan limpiarla. Eso y no otra cosa es lo que motiva que partidos extremistas entren en liza, sino ¿para qué?.
La buena gente necesita y quiere tranquilidad que es justamente lo que, tanto extrema derecha como extrema izquierda, no pueden ni quieren ofrecer. A esos les va la marcha y si no hay bulla se aburren. El problema es que los partidos moderados, llamados de centro (izquierda o derecha), tampoco quieren o pueden ofrecer soluciones que no pasen por el pacto con anteriores o actuales sacamantecas. En fin. Así están las cosas. No hay otras cartas con las que jugar...

Otra cosa que a la gente no le gusta nada, pero a los políticos sí, es que un voto tenga diferente valor según el lugar donde esté la urna que lo cobija el día de las elecciones. Así pues, si en Castellón se "rifan" 5 escaños, en Madrid son 48. Dicen que ese "invento" es para que todas las provincias estén representadas en el Congreso, sea cual sea su número de electores. Todo chorradas que no engañan a nadie. Por arte de birlibirloque, en Castellón has de reunir 75.000 votos para obtener un escaño, mientras que en Madrid hay que tener 130.000. Pero eso no es lo mejor... Todos los partidos que no lleguen a esa cifra y todos los decimales que se pierden, ¡van al partido más votado!, o sea al ganador, que automáticamente se hace todavía más grande.

No es por ser más guapo o menos, no. Cada partido gana o deja de ganar, según en que lugar obtuvo los votos. Por ejemplo: El año 2016 Ciudadanos obtuvo 3,1 millones de votos que le valieron 32 escaños (96.617 votos por escaño) mientras que los 286.215 del PNV se tradujeron en 5 escaños (63.820 votos por escaño). Esa es la justicia que impera en España. Lo más curioso es que a nadie le gusta esa desproporcionalidad, pero nadie hace nada por cambiarla. Como es natural, los partidos con más escaños en el Congreso son los que podrían cambiar este sistema electoral pero son justamente ellos a quienes beneficia, con lo cual lo del cambio va para largo. Y mientras tanto, los partidos menos votados a berrear y a dar patadas en las paredes, sin que nadie les haga caso.

Según las encuestas y también en el caso de que este resultado fuera real, las "derechas" le sacan a las "izquierdas" 2,3% de puntos a su favor, pero estos últimos obtendrían 20 escaños más. Es curioso como manejan el cotarro los políticos... El Partido Popular saca músculo aprovechando la Semana Santa a fin de conseguir el mayor número posible de votantes pero el Partido Socialista, gracias a las medidas sociales decretadas, se encierra en su concha a fin de no cometer ningún error que pueda perjudicarles. Es todo pura estrategia. Vamos, que esto de las campañas electorales debería estar prohibido. 

Sería deseable que los votantes eligieran por propia convicción o por el resultado de mandatos anteriores. Y naturalmente dándole el mismo valor al votante de Teruel que al de Barcelona. 
La última pincelada de hoy quiere referirse también al ascenso imparable de VOX. ¿Acaso nos hemos olvidado ya de lo que es vivir bajo el manto "protector" de la extrema derecha?. Naturalmente que no, pero estamos cansados de que nadie aporte soluciones prácticas y reales contra el separatismo, el paro, la sanidad, la corrupción y la garantía y actualización de las pensiones. En lo que respecta a estas últimas, no se trata solamente de que se actualicen de acuerdo con el aumento del IPC, sino que no parece justo que quienes más cobran tengan mayor aumento. Está bien que haya una diferencia de partida, en base a la cotización soportada, pero los aumentos deberían ser iguales para todos, habida cuenta que las patatas las compramos todos al mismo precio. Ya sé que esta opinión no gustará a ciertos asalariados, pero sí a los sufridos autónomos que no están autorizados ni siquiera a ponerse enfermos...

RAFAEL FABREGAT

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