24 de enero de 2017

2329- CÁNCER O PECADO.

¡Vaya castaña...! Todo lo que me gusta es pecado o provoca cáncer. Primero era hacer el amor, después el vino, más tarde el aceite de oliva, después el café... Ahora es el entrecot de ternera a la brasa... Menos mal que todo son modas y mentiras que después pasan y salen opiniones contradictorias que anulan todo lo dicho con anterioridad.

Ahora están en el punto de mira las carnes rojas a la barbacoa, las patatas a la brasa y las tostadas. Según advierte una agencia británica de seguridad alimenticia, todo lo que se hace a la brasa apenas si puede comerse un poquito dorado, pues de lo contrario provoca cáncer. Según dice esta agencia, cuando los alimentos alcanzan altas temperaturas se produce una sustancia llamada acrilamida que puede producir cáncer y daños neuronales, aunque en humanos todavía no ha sido demostrado de forma fehaciente. ¿En qué quedamos, está demostrado que esta forma de cocinado es tan peligrosa?. De hecho incluso se atreven a decir que cada año se producen 34.000 muertes por esta causa y más aún si se trata de productos procesados...

El riesgo de un posible cáncer colorrectal aumenta especialmente cuando se sobrepasa la cantidad de 50 gramos diarios. En Europa este riesgo es menor puesto que las comidas a la barbacoa o a base de embutidos es ocasional pero británicos y norteamericanos si que pueden estar preocupados puesto que en su dieta hay un consumo elevado de este tipo de productos. En fin, es lo que hay. El extraordinario sabor de carnes y embutidos a la brasa tiene un precio sanitario que hay que pagar. Está visto que no hay que abusar de nada, pues todo es bueno si se hace con moderación, pero no hay que pasarse. La carne asada es sin duda el primer alimento cocinado que comió el hombre, por lo que forzosamente tiene que ser bueno siempre que se consuma con moderación.

Otros investigadores, esta vez portugueses, han encontrado la solución a los problemas ocasionados por la barbacoa, aunque falta saber si la solución nos grada... Se trata de marinar previamente a la carne con cerveza. Según ellos, además de mejorar el sabor de la carne, detiene la formación de estas sustancias tóxicas. Habrá que probarlo... De todas formas repito la conveniencia de no abusar pues este tipo de alimentos, más buenos cuanto más grasientos, no convienen demasiado puesto que la grasa siempre produce la tormenta perfecta en el intestino, con el consiguiente peligro de formar un cáncer de colon u otros de tipo digestivo. El café también provocaba sospechas, pero hoy está claro que no hay problemas tumorales, siempre y cuando no se tome demasiado caliente. ¡Ah, por cierto!. Los pescados ahumados tampoco. Vaya hombre, ¡con lo que me gusta el salmón!. Bueno total, por cuatro veces al año...

RAFAEL FABREGAT

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