5 de enero de 2017

2312- LOS REYES MAGOS.

Las leyendas (verdades y mentiras) sobre los Reyes Magos se cuentan por docenas, como también son muchos los posibles orígenes de estos personajes que nadie sabe a ciencia cierta si existieron o no. Lo que si tenemos claro es que dentro de unas horas su figura repartirá ilusión y felicidad a los pequeños de la casa, mediante fastuosas cabalgatas y con juguetes y regalos que (naturalmente) son sus familiares quienes los han adquirido días atrás en los diferentes almacenes que pueblan las ciudades del planeta Tierra. Aún así, todos damos por bueno el "engañar" a los pequeños de la casa mediante la ilusión que esta 'mentirigilla' provoca. ¡Bendita ignorancia que en pocos años desaparecerá de sus cabecitas , sin provocar ningún trauma...! Suerte la suya que podrán vivir una ilusión ya tanto tiempo perdida entre sus mayores.


Según la tradición eran unos astrónomos persas que, tras visitar Belén, murieron martirizados por predicar el cristianismo, pero no hay prueba alguna de todo ello. Su origen lo encontramos en la Biblia y su "inventor" fue Mateo, apóstol y evangelista, pero el único que dejó constancia escrita de la presencia de estos personajes en el Libro Sagrado. En sus textos afirma que, tras el nacimiento de Jesús, "vinieron de oriente unos Magos preguntando: ¿Donde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto en oriente su estrella y hemos venido a adorarle..." La verdad, muy enrevesado lo vemos para ser cierto... pero allá cada cual con sus creencias. Sea como fuere, la cuestión es que el ¿invento? es positivo para grandes y pequeños y mucho más para los comerciantes jugueteros.


Las crónicas siguen afirmando que la estrella en cuestión alertó a Herodes que, por lo visto, no tenía otra cosa mejor que hacer y turbó la mente del 'mandamás' y con él la de todos los habitantes de Jerusalén. Herodes convocó a sacerdotes y escribas sobre las profecías de en qué lugar había de nacer el hijo de Dios y todos fueron unánimes: ¡en Belén!. Y allá que se fueron muchos para adorarle. Naturalmente esto pasa hoy y nadie se aparta del calor de la lumbre, menos aún si hay partido de Champions, pero entonces eran otros tiempos... Según lo relatado por Mateo, Herodes se apresuró en prepararles una trampa a los citados Reyes Magos, mandándoles a Jerusalén para que averiguasen cuanto pudieran, alegando que él también quería adorar al recién nacido. Se fueron los Reyes sin pérdida alguna, puesto que la estrella les marcaba el camino y pararon en Belén puesto que allí quedó parada la estrella. 


Entrando en la casa donde había nacido Jesús le adoraron y entregaron los regalos de los que eran portadores: Oro, Incienso y Mirra. Posteriormente marcharon, pero sin cumplir su promesa de avisar a Herodes, pues fueron advertidos en sueños de las nefastas intenciones del rey, de acabar con aquel niño que podía robarle su protagonismo en aquellas tierras. 
Sin embargo Mateo no habla del número de reyes que adoraron al niño. ¿Cómo se ha llegado pues a la conclusión de que fueron tres?. Pues bien, este mito nació en el siglo IX de la mano del 'Liber Pontificalis', una recopilación de varias historias y leyendas cristianas. Convenía que el número de regalos se correspondiese con el de la Santísima Trinidad y a tantos regalos, tantos reyes para entregarlos. Esa es al menos la teoría, la práctica ya es otra cosa seguramente bien distinta...


Según otros historiadores, la leyenda del número de Reyes, viene del siglo III cuando un teólogo llamado Orígenes indica que fueron tres, cifra que acabó imponiéndose y que la Iglesia Católica dio por buena en el siglo V, en base a una declaración del papa León I sobre los sermones de la Epifanía. De todas formas esta es solo una de las muchas afirmaciones que existen sobre la existencia y procedencia de los Reyes Magos. Más controversia hay incluso en el nombre de estos personajes, aunque el citado 'Liber Pontificalis' establece que eran Melchior, Bithisarca y Gathaspa (Melchor, Baltasar y Gaspar). Estos nombres ya aparecieron en el Evangelio Armenio, aunque no fueron aceptados por la Iglesia Católica hasta su inclusión en el 'Liber Pontificalis', escrito a mediados del siglo IX.


Las mayores controversias han llegado por su adjetivo de "Reyes Magos" y por su procedencia. Mateo no dice que fueran reyes y Joao Scognamiglio cita en su obra que lo de magos se refería en aquellos tiempos a personajes con conocimientos científicos y especialmente astronómicos, pero no faltan voces autorizadas que indican que 'los magos' eran simplemente una casta sacerdotal con mucha influencia. En cuanto a su procedencia, unos estiman que pudieron llegar de Babilonia o de Persia, pero no se descarta que pudieran ser de otros lugares, incluida Tartéside, una antigua cultura establecida al suroeste de la Península Ibérica. Nada se sabe de su tierra natal pero el Evangelio Armenio cuenta que Melchor reinó sobre los persas, Baltasar sobre la India y Gaspar sobre Arabia. Lo que sí está claro es que esta noche es la Cabalgata de los Reyes Magos, que millones de niños esperan con ilusión. Para ellos... todo es poco.

RAFAEL FABREGAT

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