Tenéis razón amigos, la vista exterior es algo decepcionante, pero se compensa con su Historia y con todo lo que guarda en su interior, a salvo de miradas indiscretas. Para los Cruzados, Karak era una de sus plazas más importantes y allí fue donde construyeron una de sus fortalezas más importantes: Qal'at al-Karak, un castillo que formaba parte de una línea defensiva que iba de Aqaba (Jordania) hasta Turquía y que servía para defender las rutas comerciales procedentes de Arabia y Egipto, camino de Siria y Turquía. A este mismo propósito servían el Krak de los Caballeros y Qal'at Salah el-Din, entre otros. Después, a medida que te acercas, las cosas cambian y lo hacen para bien.
Los tres castillos citados son las tres fortalezas, de la época de los cruzados, mejor conservadas en Oriente Medio. El Crac de los Caballeros, la más impresionante de las tres, ha sufrido graves desperfectos debido a los combates y bombardeos habidos desde que diera comienzo la guerra civil que asola el país desde 2011. El Castillo de Karak fue construido por los cruzados, en la década de 1140 y sobre las ruinas de la antigua Qir de Moab, capital de los moabitas que se menciona en la Biblia (Isaías 15:1). Más tarde caería en poder de nabateos y romanos y el año 105 conquistada por los gasánidas. Bajo el Imperio Bizantino se convirtió en sede episcopal y continuó cristiana muchos años después de ser dominada por los árabes. Su mayor esplendor llegó con las Cruzadas, bajo la dinastía ayubí iniciada por Saladino.
La construcción fue dirigida por 'Paganus' mayordomo del rey Fulco de Jerusalén que convirtió el lugar en centro de su poder, gracias a su situación estratégica al este del río Jordán. Sus sucesores añadieron torres y protegieron sus caras norte y sur con profundas fosas, una de las cuales usaban como cisterna. Sin embargo las construcciones más notables fueron obra de los cruzados, donde todavía quedan salas con arcos de dos pisos de altura, algunas de las cuales se usaban como residencia, establos y lugar de refugio en casos de ataque con máquinas de guerra. En 1176 toma posesión del castillo Reinaldo de Chatillón al casarse con Estefanía de Milly, hija de Felipe de Transjordania y viuda de Hunfredo II de Torón. Desde allí Reinaldo acosa a las caravanas e incluso intenta atacar la Meca.
En respuesta a los ataques de Reinaldo, en 1183 Saladino pone cerco al Castillo de Alkarak, aunque promete no atacar la habitación de los reyes, pero el sitio fracasa al recibir Reinaldo la ayuda de Balduino IV de Jerusalén. Reinaldo se envalentonó ante el fracaso de los árabes y rompió la tregua, ganándose mala reputación al ser del dominio público las torturas que se llevaron a cabo contra los árabes entre los muros del Castillo de Alkarak. Tal fue así que el propio Saladino prometió a los suyos matarlo con sus propias manos. El 4 de Julio de 1187 en Palestina, al oeste del mar de Galilea, tuvo lugar la Batalla de los Cuernos de Attin entre los Templarios Hospitalarios a las órdenes de Reinaldo y las tropas del sultán de Egipto, Saladino. El día anterior Reinaldo dirigió sus tropas al lago Tiberiades; eran 2000 caballeros montados, 4000 turcopolos y 32000 infantes.
Durante todo el camino fueron incesantemente acosados por 6500 jinetes sarracenos que, por medio de escaramuzas y emboscadas les infringieron notables bajas. El duro sol y las deserciones todavía debilitaron más al ejército cristiano, aunque las fuerzas se nivelaron al unírseles diferentes contingentes de caballeros de diversas órdenes monásticas. El calor era insoportable y las reservas de agua escasas o agotadas. Muchos caballeros iban a pie al habérseles muerto sus caballos en las refriegas con los musulmanes, por lo que se creyó oportuno dar un rodeo a fin de pasar por Hattin donde había un pozo de agua que refrescara a las tropas y aliviara su sed pero Saladino vio la maniobra y mandó a sus tropas para que les cortasen el camino. Reinaldo decidió acampar para pasar la noche mientras a tan solo unos cientos de metros oían las risas y cánticos de los musulmanes.
A la mañana siguiente el ejército cruzado renaudó la marcha entre las colinas volcánicas, llamadas 'los cuernos de Hattin' en busca del pozo. Ante el acoso musulmán el ejército cruzado se dividió y Reinaldo optó por tomar una posición estratégica a los pies de las colinas, pero las tropas de Saladino prendieron fuego a las hierbas secas cuyo humo asfixiaba a los cruzados. Teniéndolos acorralados, Saladino no tenía prisa por llevar a cabo el ataque final pero Reinaldo se dio cuenta que la única salida era atravesar la barrera enemiga y ordenó cargar hacia los musulmanes que, lejos de defenderse, se abrieron como dejándoles pasar pero cerrando el cerco a su paso. Las tropas cristianas no podían seguir ni volver atrás y Reinaldo quedó solo, atrapado en la retaguardia. Saladino escogió ese momento para lanzar su ataque final.
Los caballeros se defendieron con ímpetu pero estaban acorralados y fueron rechazados una y otra vez hasta finalmente tener que capitular. Saladino se dirigió entonces a tienda roja del rey donde cogió la sagrada reliquia de la Vera Cruz con la que los Templarios solían viajar. La noche del día 4 todo había terminado y Reinaldo era prisionero de Saladino. En su propia tienda y tal como había prometido a los suyos, Saladino le cortó la cabeza, ejecución poco habitual pues lo que solía hacerse era utilizarse como moneda de cambio. Ya dominando el Castillo de Alkarak, los sucesores de Saladino lo amplían y construyen en 1263 la torre de la esquina noroeste. Ya en época reciente, en 1840 el valí de Egipto Ibrahim Bajá capturó este castillo y destruyó buena parte de sus fortificaciones. Una vez más quedó demostrado que nada, nada es para siempre...
RAFAEL FABREGAT
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