14 de abril de 2014

1335- LA SIEMBRA.

El pasado 29 de Diciembre de 2013 cayó en Aranganwilla (Sri Lanka) un meteorito al que los científicos han bautizado con el nombre de Polonnaruw. El asunto no tendría nada de particular si no fuera por la presencia de diatomeas fosilizadas, una especie de alga presente en nuestro planeta aunque, en este caso, de origen extraterrestre. El hallazgo no hace otra cosa que confirmar la hipótesis de que el origen de la vida en la tierra puede obedecer a una especie de "siembra" llevada a cabo por los millones de meteoritos caídos sobre el planeta desde tiempos remotos. 

Aunque el mundo científico es muy reacio a reconocer este tipo de hallazgos, es de suponer que que sea éste uno de los descubrimientos más importantes llevados a cabo en los últimos siglos. Investigadores de las universidades de Buckingham y Cardiff en el Reino Unido y el Instituto de Investigación Médica de Colombo, en Sri Lanka, están llevando a cabo largos y detallados análisis al respecto. Como era de esperar, la comunidad científica ha puesto el grito en el cielo, dudando incluso del origen interestelar de la piedra. 

Lo que está quedando demostrado es que el meteorito en cuestión presenta diatomeas fósiles propias de nuestro planeta, pero también incluye algunas especies que los científicos han sido incapaces de identificar. De todas maneras hace ya muchas décadas que se baraja la posibilidad de que la vida llegase a la Tierra por medio del bombardeo interestelar al que nuestro planeta estuvo sometido durante millones de años. Más que rasgarse las vestiduras por tal eventualidad, lo que debe hacerse es un estudio riguroso al respecto y evitar fraudes.

RAFAEL FABREGAT

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