Sí amigos, así se le considera por sus múltiples usos y virtudes. Se trata del chocolate, un producto desconocido en los países europeos y traído a España por Hernán Cortés, en el siglo XVI, tras la conquista de México. Inicialmente era una bebida amarga, muy rudimentaria puesto que consistía en el simple machacado de las semillas secas del cacao. Aún así, en sus tierras de origen, ya le otorgaban grandes propiedades que los descubridores quisieron traer a nuestras tierras. A dicho brebaje, poco agradable de beber, los monjes zaragozanos lo modificaron añadiéndole leche, azúcar, vainilla y canela. Una bebida caliente y agradable de tomar, que aristrócatas y eclesiásticos mantuvieron en secreto durante casi un siglo. Más tarde, viendo que podía convertirse en negocio potencial, lo dieron a conocer en Europa.
Todo en la vida es complicado al inicio. El árbol no puede cultivarse en nuestras latitudes, por lo que debe importarse. La mazorca se cosecha tras la maduración y se extraen los granos que se depositan en cajas con pequeños agujeros en la base. Los granos, al estar compactados, fermentan alcanzando temperaturas próximas a los 60ºC. A la mañana siguiente los granos se pasan de una caja a otra a fin de que se ventilen y alternen su lugar en la caja. Finalizada la rotación, cubren las cajas con hojas de plátano para que no le dé el aire, a fin de evitar la oxidación del producto. Esta rotación se produce cada día durante una semana. La fermentación la produce la pulpa que cubre los granos recién sacados de la mazorca, jugo que va saliendo de la caja por los agujeritos del fondo.
Con esta operación el peso de los granos se pierde en un 33%, lo cual no es suficiente. Lo que sigue es el secado del producto, que se esparce en el suelo o sobre grandes cajas elevadas para que el sol y el aire vaya secándolas. Áctualmente ya tienen zonas preparadas, incluso con calentadores solares y fáciles de cubrir si llega la lluvia. Cuando los granos están a punto de secado pueden almacenarse en sacos y en un lugar ventilado para que el grado de humedad no exceda del 8%. Tampoco que baje, ya que se enmohecería. En esas condiciones especiales el grano debe "añejarse". Este proceso puede durar de tres meses a un año, dependiendo del clima. Un productor no solo tiene que llevar a cabo la plantación, cultivo y recolección, sino que debe ser un experto en la correcta manipulación del grano.
Actualmente la mayor parte de los productores están bien preparados para llevar a cabo el tratamiento de la cosecha, pero antiguamente estas operaciones se llevaban a cabo a cielo abierto, en una especie de "eras" de tierra apisonada o sobre esteras. De todas formas todo este proceso es solamente para reunir el grano cosechado para su venta posterior.
A Cristobal Colón los aborígenes le dieron granos de cacao en 1502, pero fue Hernán Cortés quien los trajo a España en 1528, tras la conquista azteca. Fray Jerónimo de Aguilar mandó una cierta cantida de granos y una receta azteca al abad del Monasterio de Piedra, de Zaragoza, siendo estos monjes los primeros en experimentar con la bebida resultante. En España se consumía como remedio medicinal y energético pero al llegar a Italia...
Los italianos han sido siempre muy avispados. En 1606 el comerciante Francesco Carletti fue el primer viajero privado que dió la vuelta al mundo (1594-1602) y a su regreso a tierras florentinas fue muy bien acogido por su mentor el Gran Duque Fernando I de Médici, al que le mostró el nuevo producto encontrado en su viaje:
Una cierta cantidad de granos de cacao y recetas de distintos indígenas productores. Se dice que, experimentando con ellas, lo que en principio era la típica bebida de cacao tostado, agua y azúcar, consiguió elaborar el producto en cuadraditos sólidos, que permitían conservarlo durante largo tiempo, como provisión para los viajes y que, llegado el caso, también se podía disolver en agua caliente. Había sido inventado el chocolate.
La exportación por toda Europa, fué inmediata.
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