Decir, en primer lugar, que no hay relación alguna entre la patología mental y la violencia. Uno es como es y, normalmente, el maltratador suele haber visto en la casa de sus padres comportamientos parecidos. ¿La causa?. Una buena parte de esa violencia la producen los celos, justificados o no y la bebida, o las drogas de otros tipos. Hay quien piensa que los episodios de violencia suceden también por las dificultades económicas de la pareja, pero nada más lejos de la realidad. Lo que ocurre es que en los hogares más desfavorecidos esos episodios violentos tienen siempre lugar en el hogar y suelen alarmar a los vecinos que les dan mayor repercusión. La gente con posibles vive más aislada y aunque ocurra lo mismo, suele pasar más desapercibido. La violencia se aprende en el entorno.
La discusión primera y general se desencadena de forma inconsciente. Si preguntáramos el por qué de su inicio, la mayoría te dirían que ni se acuerdan. Empieza por nada de importancia y acaba a gritos, cuando no a golpes. Y atención a los niños puesto que, cuando éstos ven en su casa esas discusiones, o se les educa para que sean duros en el colegio y defiendan sus intereses con uñas y dientes, es más que probable que se les esté educando como maestros de futuras mentes agresivas. Se dice muchas veces que una bofetada a tiempo, es una manera de evitar discusiones y forma apropiada para mantener la disciplima en el ámbito familiar, pero los psicólogos nos dicen que, si la violencia es una forma aprendida, dar esa bofetada significa enseñar ese comportamiento para que los futuros hombres y mujeres sigan con ese mismo comportamiento.
Podríamos pensar que el abandono del hogar es la mejor forma de acabar con el abuso, pero esto no siempre es verdad. Son muchos los motivos de que una mujer maltratada siga en el hogar. No todas trabajan fuera de casa y escapar tiene el inconveniente de perder la seguridad económica y apartarse de sus hijos. El miedo a su maltratador es también una baza importante a la espera de ver si cambia la situación, ya que éste suele muchas veces pedir perdón tras el maltrato. Tengamos en cuenta también que la mayor parte de las agresiones más violentas suceden después del abandono. Aparte del tema de violencia doméstica occidental, hay que hacer incapié de que en el mundo ocurren cada año más de 6.000 asesinatos de mujeres y niñas a manos de sus maridos o familiares como manera de "restaurar el honor" de la familia, cifras que aumentan año tras año.
Debido al alto porcentaje de emigrantes que han llegado a nuestro continente, se dice que en Europa el 30% de las mujeres sufren episodios de maltrato doméstico. Solo en España han muerto más de 1.300 mujeres en los últimos 25 años, a manos de sus maridos o compañeros y también han aumentado considerablemente las denuncias por maltrato. Sin embargo, esto no quiere decir que las familias sean cada día más violentas, sino que las facilidades de denunciar han aumentado en esa proporción. Sin embargo la tendencia al alza es una realidad. En cuanto a los casos según género, cabe señalar que de cada 100 fallecidos por esta causa, solo 7 son varones. Son pocas las mujeres que abusan de sus maridos, pero las hay. Cabe añadir que la violencia no solo es física ya que, en muchos casos, el maltrato consiste en el deterioro de la autoestima de la parte contraria.
¿No hay bastantes problemas en la vida diaria?. ¡Con lo bien que se vive en armonía...!.
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