Somos muchos los que jamás habíamos imaginado que la práctica del golf podía tener el más mínimo peligro pero, ¡estábamos equivocados!. Estados Unidos, país que cuenta con el mayor número de jugadores de este deporte, lo tiene bien aprendido. ¿Cómo es posible?. Pues así es. Efectivamente se trata aparentemente de un deporte saludable, moderado y realizado sin prisas, que se puede practicar a cualquier edad. Sin embargo, en un solo año perecieron 63 de sus practicantes. ¿Cómo? -se preguntarán los lectores. Pues, por increible que parezca, 35 cayeron fulminados por un rayo, atraído por el palo del golfista al ejecutar un swing. El resto de los fallecidos lo hicieron por un infarto.
Justamente por su escasa peligrosidad, muchos de los practicantes superan los 40 años de edad y algunos incluso con problemas cardiovasculares, a los que su médico les ha aconsejado que hagan ejercicio moderado. El principal problema de estas personas radica en que suelen estar acostumbrados a la buena mesa y a realizar escaso ejercicio. El deporte, aún siendo de bajo riesgo, necesita hacerse con unas mínimas condiciones físicas. Lo mismo sucede ante un nuevo trabajo que exija un mínimo de esfuerzop físico. El 12% de las bajas laborales se producen por lesiones provocadas por ejercicio durante el fin de semana o por lesiones durante el trabajo. Naturalmente la mayoría de ellas no son graves: esguinces, distensiones, tendiditis... casi siempre provocadas por no tener preparación física para realizarlas con seguridad.
Algunas veces la lesión puede tener una cierta importancia y puede apartarte algunos días de tu trabajo, con la desagradable impresión de encargados y jefes. En trabajos como la construcción y otros similares, el estar preparado físicamente para el trabajo a desarrollar es obligatorio ya que, en algunas ocasiones, el riesgo puede ser fatal. En los últimos años ha habido varios casos de muerte súbita durante la práctica de deportes. La intensidad y la falta de preparación tuvo la culpa del 90% de esos casos. El simple hecho de caminar a buen paso durante una hora, e incluso media, es algo beneficioso que todos deberíamos hacer. Incluso la gente mayor, obesa o no. Todo aquel que pueda moverse, debería hacerlo.
De un paseo diario no obtendrás una figura atlética, pero te sentirás mucho mejor y te ayudará a subir escaleras sin cansarte, e incluso a perder algunos kilos. Someter al organismo a esfuerzos mayores, a una edad alvanzada, no te lo recomendará nadie pero sí a moverte diariamente. La falta de actividad debilita los músculos y ralentiza los reflejos. Demasiadas veces la actividad de la gente mayor se detiene sin otro motivo que la apatía. Es lo contrario de aquellos, nombrados al inicio que, por recomendación médica o llamada de un amigo bienintencionado, se lanza a jugar al golf sin estar preparado para ello, queriendo recorrer 18 hoyos sin un mínimo entrenamiento. Todos los deportes son sanos, pero a la medida de la capacidad física de cada cual.
Rafael Fabregat Condill
No hay comentarios:
Publicar un comentario