Es lamentable, pero así nacen algunos. Imagino que será el egoísmo propio de la especie pero, ya que afortunadamente no es general, habremos de decir que es el egoismo de algún "garbanzo negro" de la especie. El problema es que, quizás por el color, el negro es más visible que el blanco. Motivos aplicables hay muchos, pero yo siempre he pensado que se trata de una cuestión hereditaria, un error genético que va con la especie. Sea como fuere, se trata de una lacra que atribula a todos aquellos que hemos tenido la suerte de vivir en un lugar y momento que no ha conocido la guerra en nuestro entorno inmediato. Sabemos, claro está, que la guerra no ha parado jamás en el mundo. Cuando no es en un lugar es en otro, pero la paz completa y total del planeta parece imposible.
La humanidad, una de dos: O se destruye por completo o llegará a vivir en paz, total y absoluta. No hay vuelta de hoja. Llegados a este punto de tan grandes adelantos científicos no cabe la guerra de guerrillas, porque lo que está sucediendo en este momento desacredita por completo nuestro comportamiento como especie. Parecemos más animales que personas. Tenemos la racionalidad natural y los conocimientos suficientes para aprender a vivir en paz. Basta ya de el tu más y el yo más todavía. Ya va siendo hora de trabajar conjuntamente para el beneficio común y el caminar hacia las estrellas, que es el destino final de la especie. El momento está al caer. Nuestra violencia ya no tiene justificación y está convirtiéndose en la mayor preocupación de la gente del siglo XXI. ¡Ya está bien!. Gastemos en el bienestar general la gran cantidad de recursos gastados en armamento.
Olvidemos pasadas rencillas y trabajemos juntos para un futuro mejor para todos. Ya sabemos que algún garbanzo negro saldrá, pero aislémoslo, en lugar de escucharlo y vivamos en armonía y en el beneficio común. ¿Una utopía?. Quizás lo sea pero, ¡sería tan bonito!. Nada de abusos a mujeres y al pueblo llano. Creemos el entorno necesario para que las máquinas y la Inteligencia Artificial trabajen para todos nosotros y no para unos pocos. Lo de aplastar a quien no piensa como nosotros tiene que acabar. No es consecuente con nuestra racionalidad. Algún día, nuestro proceder egoista nació en nosotros como una forma de conseguir el sustento de cada día pero, en la actualidad el sustento, e incluso las comodidades de nuestras casas, están al alcance de todos. ¿Para que seguir echándonos piedras unos a otros?.
Con el añadido de que actualmente ya no son piedras, sino bombras que pueden acabar con la vida de todos e incluso con el propio planeta. Pero... ¿Qué estamos haciendo?. ¿En qué estamos pensando?. Vale incluso que haya alguna pequeña envidia, por si uno tiene un coche más viejo que el del vecino; la casa en las afueras mientras otro la tiene en el centro; que en Nochebuena unos coman gamba grande y roja de Denia, mientras los demás la comamos blanca, pequeña y congelada; que unos tengan en su despensa jamón "pata negra" de Jabugo y otros cenemos panceta, tomates y ajos asados en las brasas de nuestro hogar de leña... ¿Acaso no es tan bueno lo segundo como lo primero?. ¡Ya está bién de tanta tontería, que la felicidad no está en esas ridículas diferencias!. Con esas envidias y rencores, perdemos más de lo que ganamos!. Valoremos lo que tenemos, por favor.
En fin, quizás un poco pronto pero... ¡FELICES NAVIDADES 2025!.

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