Se trata de una isla-ciudad, perteneciente a Sudán y situada en el Mar Rojo, 60 Km. al sur de Puerto Sudán. Lo más sorprendente es que no está en el mar, sino en una especie de ría, ¡dentro del continente!. La ciudad estaba instalada en la isla del mismo nombre y fue construida por el faraón Ramsés III por tener una situación estratégica de primer orden; no solo para los egipcios, sino también para todos los imperios que se establecieron en el Medio Oriente y norte del continente africano. Suakín fue desde el primer momento centro del comercio entre ambos continentes, enlazando el actual Sudán y Arabia Saudí. Con la llegada del islam se convirtió también en punto de paso de África hacia La Meca. Durante más de mil años la ciudad disfrutó de tal opulencia que las casas estaban construidas con coral y su interior con maderas nobles y piedra tallada.
Toda la ciudad estaba también fortificada pero todo lo que no pudieron destruir sus enemigos lo hizo la naturaleza. Su época de gloria finalizó en el siglo XIX con la supresión del comercio de esclavos, motivo por el cual sus habitantes fueron trasladándose a Puerto Sudán. Aquellas opulentas construcciones quedaron pues abandonadas y deteriorándose de tal modo que el coral acabó desintegrándose. El colmo del despropósito sucedió el 20 de Diciembre de 1888 cuando el general Francis Grenfell, al mando del ejército británico, derrotó en la Batalla de Gemaizah a las fuerzas de Mandhi, destrozando lo poco que quedaba de la ciudad de Suakin. En la batalla murieron 12 británicos y más de 1.000 árabes.
Hoy, más de un siglo después, las autoridades sudanesas parecen interesadas en recuperar una parte de aquel pasado glorioso con vistas al turismo internacional. Sin duda el lugar tiene ruinas e interés suficiente para que los curiosos viajeros tengan interés en su visita a lugar tan especial. Esta isla abandonada está actualmente conectada al continente por medio de una carretera por lo que, los restos de esta ciudad milenaria y su antiquísimo puerto comercial, están fácilmente asequibles para cualquier turista que pase por la zona. Ya en el siglo VII la ciudad de Suakin fue una de las principales conexiones con Arabia y en los siglos XII y XIII punto de partida de las rutas comerciales entre África y Asia, puerto que todavía sigue en uso por los lugareños.
A pesar de los esfuerzos por recuperar la ciudad, la mayor parte está todavía en periodo de desescombro. La Mezquita Hanafy y la Puerta de Gordón, principal acceso al interior de la ciudad, han sido los primeros monumentos recuperados pero los trabajos siguen a buen ritmo. Cuando todos estos trabajos terminen y la isla pueda visitarse turísticamente, quizá sea el peor momento para conocer lo que fue esta isla en la antigüedad. El mejor momento podría ser ahora mismo, pero los tiempos no están como para correr aventuras por estos lugares políticamente complicados. El mejor consejo puede ser olvidar la visita y soñar en todo lo que sin duda fue en tiempos pasados este interesante enclave...
RAFAEL FABREGAT
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