29 de mayo de 2017

2422- ALMERÍA.

Almería es una provincia andaluza y capital del mismo nombre, de la que siempre se ha hablado poco, pero siempre bien. En décadas anteriores quizás fuera una de las que pasaron más inadvertidas pero aquello pasó a la Historia a partir de la década de 1960 y 70, con la llegada del espaghetti western, un subgénero de las películas de indios y vaqueros filmadas normalmente en los Estados Unidos pero que, debido a los fabulosos exteriores que facilitaba el desierto almeriense de Tabernas y a los bajos sueldos que los autóctonos pedían como extras, facilitaron que se rodaran en nuestro país lo que en tierras americanas se hacía prohibitivo. En su mayor parte eran películas de bajo presupuesto que solo en esa parte de Andalucía podían ver la luz y llegar a las salas de proyección europeas. 

A partir de entonces, su clima benigno, sus playas vírgenes, emergentes zonas para nudistas liberales y complejos turísticos de poniente para el viajero exigente, pusieron a esta provincia española en el punto de mira del turismo internacional. Cabo de Gata-Nijar es un Paraje Natural plagado de recónditas calas de fina arena, bañadas por las cálidas aguas del mar Mediterráneo. En cualquiera de los pueblos se pueden encontrar las típicas fiestas de moros y cristianos que convierten al visitante en protagonista de mil y una aventuras. Almería cuenta con 200 Km. de costa, la mayoría con servicios de primera categoría,  y con una historia milenaria que permite a sus visitantes alternar el relax de sus playas con la visita de pétreas estampas de la cultura hispano-musulmana.

Claro que, actualmente, Almería es mucho más que historia pasada y presente. ¡Quien había de pensar que tierras tan secas y calurosas, donde la pluviometría es casi inexistente, habían de guardar en sus entrañas tanta riqueza de agua dulce, fresca y cristalina...! Pero así es este mundo de enigmático y socarrón. De la misma manera que Dios puso los más importantes pozos petrolíferos bajo las arenas del desierto arábigo, también en la seca Almería puso los más importantes ríos subterráneos para convertirla en despensa, no solo española sino también europea. Concretamente es en el municipio almeriense de El Ejido donde la mayor parte de su término municipal se ha convertido en el llamado "mar de plástico". Toda la costa, hasta donde alcanza la vista, son invernaderos que cubren cientos de Km2. Cualquier fruta, hortaliza y verdura puede allí cultivarse los doce meses del año. 

Bajo el "mar de plástico" no existe el invierno y menos aún en una provincia que registra una de las temperaturas más altas de la península. Por todos los motivos antes mencionados, Almería es conocida a nivel europeo y mundial, disfrutando también de una economía potente y diversificada. Sus habitantes ya no son los miserables que antaño perdían su salud y su vida trabajando tierras resecas o segando en sus montes el palmito con el que toda España fabricaba las artesanales escobas de palma y caña. Almería es actualmente un destino turístico de primer orden, económicamente fuerte, moderna y equilibrada. De gastronomía sana y variada, en la que convive lo mejor del mar y de la tierra. Tierras donde el histórico aislamiento regional creó una cocina de gran personalidad y antiguas esencias que todavía perduran en el más típico de sus platos: la sémola de mar y montaña, que cada cual guisa a su manera.

RAFAEL FABREGAT


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