No es un peligro en sí mismo, pero sí en los efectos que produce. El glutamato monosódico o aditivo E-621 es un potenciador del sabor, un 'engañabobos' que nos meten en una gran parte de alimentos procesados para hacerlos más apetecibles al consumidor. Ese es justamente su mayor peligro, el 'gusto umami', una palabra que significa sabroso en japonés y que viene a ser un aditivo que garantiza a los fabricantes el éxito de sus preparados. El sabroso paladar de los alimentos cocinados con este ingrediente crea artificialmente la fidelización del producto consumido haciendo que el consumidor siga comprándolo en ocasiones posteriores. ¿No es esa una actuación falsa y por tanto mala práctica comercial?.
Un estudio llevado a cabo con ratones dio como resultado un aumento en las ganas de comer el producto de hasta el 40%. Mayores ingestas y más repetitivas, ya que esta sustancia activa un conjunto de neuronas cerebrales, responsables del sistema nervioso de refuerzo, que inducen a las ganas de repetir la comida de determinado alimento. Sin embargo es un ingrediente legal puesto que, al formar parte de multitud de alimentos, no se considera adictivo de ninguno de ellos en concreto. Se trata simplemente que nos gustan más aquellos alimentos que lo contienen.
La técnica, los adelantos de la humanidad, se están volviendo en contra de los más débiles. Calto que no sé de qué nos extrañamos, si esto siempre ha sido así. El que tiene las armas más modernas es quien siempre gana las batallas... La única arma a nuestro alcance son los productos naturales y de proximidad.
RAFAEL FABREGAT
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