15 de mayo de 2017

2413- SAN ISIDORO DEL CAMPO.

San Isidoro del Campo es uno de los monasterios más emblemáticos de Andalucía y situado en la localidad de Santiponce, provincia de Sevilla. Un verdadero monumento al arte gótico-mudéjar del siglo XIII, situado a escasa distancia de las famosas ruinas de la antigua ciudad romana de Itálica. 

El grandioso cenobio de San Isidoro del Campo fue fundado en 1298 por el célebre Don Alonso Pérez de Guzmán, más conocido por "Guzmán el Bueno", aquel noble leonés que en 1294, defendiendo de los moros la asediada plaza de Tarifa por encargo del rey Sancho IV, lanzó su cuchillo desde la almena para que con él dieran muerte a su hijo Pedro Alonso, antes que entregar la plaza que era lo que le pedían los musulmanes, a cambio del perdón de su vida y la devolución del joven secuestrado. Ante la negativa de rendición y su firmeza en la defensa del sitio, los moros degollaron a su hijo Pedro Alonso ante los muros de la ciudad de Tarifa y teniendo a su padre como testigo.

El monasterio de San Isidoro del Campo fue construido sobre una antigua iglesia visigoda, en la que estuvo enterrado el cuerpo del santo de la cristiandad hispanogoda San Isidoro de Sevilla aunque el año 1.063, a petición de Fernando I de León, el rey de la taifa sevillana almohadí había entregado los restos de San Isidoro para que fueran enterrados en la Iglesia de San Juan Bautista de León que al recibir esas reliquias cambió inmediatamente su advocación, pasando a llamarse Colegiata de San Isidoro, parada obligada en las peregrinaciones a Santiago de Compostela y uno de los monumentos más destacados de la Península por ser también Panteón Real de los reyes leoneses.

Sin embargo no debemos olvidar que lo que nos ocupa aquí y ahora es el sevillano Monasterio de San Isidoro del Campo fundado, como se ha dicho, por Don Alonso Pérez de Guzmán para que en su momento acogiera sus restos, los de su esposa Doña María Alonso Coronel y a sus hijos y descendientes. Sin embargo y como simple curiosidad, cabe decir que de poco sirvió su mecenazgo pues, aunque el matrimonio sí recibió sepultura en la iglesia del monasterio, los monjes cistercienses que lo regentaban desde su fundación no autorizaron ningún otro enterramiento entre sus muros, incluidos los propios hijos de Guzmán el Bueno y su esposa que también quedaron excluidos. En 1432 y por disposición del duque de Niebla, descendiente de Guzmán el Bueno, el monasterio de San Isidoro del Campo fue entregado a los Jerónimos Ermitaños. Se confirman trabajos siguiendo pautas del gótico primitivo, con ventanales agudos dentro de las arcadas ojivales ciegas y los aleros rematados por corona almenada.

Parece ser que en aquella época era bastante frecuente el rematar de forma almenada las iglesias medievales, tanto románicas, como góticas y mudéjares, puesto que eran tiempos difíciles en los que era aconsejable fortificarlas. Sin embargo a partir del renacimiento aquellos elementos de beligerancias pasadas fueron eliminados de forma masiva y apenas pueden verse algunos ejemplos de aquel periodo. Fuera de Andalucía solo quedan la catedral de Sigüenza y la iglesia románica de Portomarín, en pleno Camino de Santiago, a la orilla derecha del río Miño y a tan solo 23 Km. de Lugo.

RAFAEL FABREGAT

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