2281- ¡AY SEÑOR, QUÉ COSAS PASAN...!

Arqueología y curiosidades ¿por qué no? pueden ir unidas. En este mundo de Dios y de los hombres ocurren todos los días cosas fantásticas, unas buenas y otras malas, muchas de las cuales no llegamos a conocer. Para los que no lo sepan, contaré un caso curioso sucedido en el término municipal de la arqueológica ciudad de Palenque, estado de Chiapas (México), hace ya más de un siglo de ello... 

La sequía es cosa mala y más aún en comarcas donde se vivía del campo y la ansiada lluvia no llegaba por muchas rogativas que se hicieran a la 'Virgen de la Cueva'. En el año 1883, uno de estos lugares era la pedanía de Las Castañas, término municipal de Palenque y estado de Chiapas (México). 
El párroco lo intentó todo, misas, rosarios, rogativas y nada. El sol abrasador en todo lo alto, todos los días, todas las semanas, todos los meses... y las plantas mustias, algunas muriéndose irremisiblemente. Aún siendo un árbol tan resistente hasta los castaños dejaban caer su preciado fruto, ante tanto tiempo sin lluvia, agotado ya cualquier atisbo de humedad en el subsuelo. El cura, en lo alto del púlpito, pedía a los fieles paciencia y fe en Dios, pero los recursos se agotaban. 

El hambre y la paciencia tienen un límite... Ya cansado de tantas oraciones que a nada bueno conducían el Alcalde, que por lo visto se había levantado esa mañana con el pie izquierdo, llamó al secretario y le dictó el siguiente Bando para que se pusiera en el tablón de anuncios y en todos los bares y comercios de la localidad...
BANDO DEL SR. ALCALDE
Considerando que el Supremo Hacedor no se ha portado nada bien con este pueblo, que en todo el año anterior solo cayó un chaparrón, que el pasado invierno no ha caído ni una gota de agua y que, en consecuencia se ha perdido, entre otras, la cosecha de castañas de la que el pueblo depende principalmente. Como consecuencia de tales hechos yo, Manuel Martínez González, Alcalde de Las Castañas de Palenque...

DECRETO:
1º).- Si antes de ocho días a partir del día de hoy, no llueve abundantemente, ningún vecino del pueblo irá a misa ni rezará oración alguna.
2º).- Si pasase este plazo sin lluvias una semana más, serán quemadas todas las iglesias, capillas y conventos de la comarca.
3º).- En el caso de que no lloviera tampoco en los quince días posteriores a ese plazo, se procederá a encender una hoguera y a echar en ella a curas, frailes y monjas, así como a apalear a beatos y santurrones de la localidad. Así mismo y para que el Hacedor sepa con quien va a vérselas en lo sucesivo, el señor Alcalde autorizará a todos los vecinos a cometer pecados y abusos de toda índole, en la seguridad de que no habrá ninguna sanción al respecto.
Pues bien, parece ser que llovió, pues en los archivos del Ayuntamiento de Palenque no existe documentación alguna que haga referencia a la celebración de actos vandálicos en esas fechas del siglo XIX.  ¡Ay Señor, qué cosas pasan...!

RAFAEL FABREGAT

NOTA.- Naturalmente esto debe ser una broma... ¿O no?.