20 de diciembre de 2016

2299- DON QUIJOTE DE LA MANCHA.

Por mucho que se diga, la magna obra de la literatura universal Don Quijote de la Mancha, nació coja y manca como su autor Miguel de Cervantes Saavedra. Los españoles debemos pues agradecer al mundo, las correcciones y la eliminación de erratas que las continuas traducciones han ido puliendo. Originalmente parece ser que era un texto errático, mal corregido y peor maquetado. 

Así, con el tiempo, la obra magna de Cervantes fue limando asperezas y erratas chapuceras cuyos culpables fueron tantos que ya no sabríamos a quien achacar. Es lo que pasa cuando las cosas se hacen de prisa y corriendo... 
No hay consenso absoluto en qué prisión vio nacer al famoso hidalgo Don Quijote y a su escudero Sancho. Unas voces dicen que fue la Real Cárcel de Sevilla, otros que la del pueblo de Argamasilla de Alba... 
En fin, solo se sabe que fue escrita bajo cautiverio y en unas condiciones más bien lamentables. La Cárcel de Sevilla era conocida por sus malas condiciones, debidas a las interminables plagas de pulgas y chinches, agua contaminada, peor comida y multitud de delincuentes de la peor calaña.
Solo a base de sobornos consiguió que le concedieran papel y tinta con la que escribir. Parece ser que Cervantes cumplía condena por no haber ingresado a las arcas del Estado el importe completo de una recaudación real para financiar la Armada Invencible que, lamentablemente, fue vencida si no por los ingleses, sí por las circunstancias y la mala fortuna. 

El juez Gaspar de Vallejo le impuso una dura condena y la obligación de depositar una fianza que arruinó completamente a nuestro autor y aunque el propio rey le dijo al juez que 'se había pasado tres pueblos', éste no rectificó la sentencia.
Salido de la cárcel, nuestro protagonista hubo de huir a Córdoba escapando de los acreedores que le acuciaban. Cervantes estaba acostumbrado a eso y mucho más, pues había estado cuatro veces preso. Dos en Sevilla, una en Argel por los turcos y otra más en Castro del Rio (Córdoba). Los escritores y artistas son gente a los que les gusta vivir bien y suelen tener poco dinero...
Seis años antes de imprimirse, la historia del Quijote ya era conocida como una especie de novela corta, unida a otros relatos inconexos que se habían vendido copiándolos a mano y que habían conseguido despertar el interés popular, a la espera de nuevas entregas o del nacimiento de algo más sólido. Cervantes no había recibido un solo céntimo de aquello y estaba más bien interesado en ampliar la obra, darle una estructura novelesca y poder editarla para ponerla a la venta. Francisco de Robles, librero de Valladolid, leyó la obra en manuscrito y creyendo que podría tener un cierto éxito decidió publicarla. 

Adelantándose a otros editores castellanos, a los que Cervantes también había mostrado la obra, Francisco de Robles se presentó en casa de Cervantes sin avisar y le compró los derechos.
El miedo a no encontrar otro editor precipitó la aceptación de Cervantes, que no esperaba la visita del editor y le pilló con el pie cambiado. La cantidad ofrecida fueron 100 ducados, a cobrar cuando el Rey concediera permiso de publicación. Era una cifra ridícula pero Cervantes, casi en la indigencia, no estaba en condiciones de hacerle ascos. La obra ni siquiera estaba corregida, ni terminada, puesto que días después la amplió. No había hecho una segunda lectura ni la tenía dividida en capítulos, pero el librero quería cerrar el trato y así, en tan malas condiciones, cogió las hojas bajo el brazo y marchó a Valladolid para conseguir la aprobación del Consejo de Castilla para su impresión. En un solo día Cervantes puso título a los diferentes capítulos y se la entregó al editor.

El privilegio de impresión fue concedido y el librero mandó el original a la imprenta de Juan de la Cuesta, en Madrid. Una vez más el trabajó de la imprenta fue malo y así lo atestiguan las numerosas erratas presentes en la casi totalidad de las 664 páginas de la obra. El corrector, Francisco Murcia de la Llana, certificó el contenido del libro sin apenas leerlo y el resultado fueron incluso errores cronológicos de personas y cosas que habían desaparecido y posteriormente salían en el relato. Publicado con el peor papel del mercado y con todas las agravantes comentadas, el 16 de Enero de 1605 los mil ejemplares del Quijote se pusieron a la venta y se agotaron en pocas semanas. Al poco tiempo aparecieron nuevas ediciones con diferentes calidades y a los dos años estaba traducido al inglés, francés y portugués. Hoy a más de cien idiomas.

A pesar de todo su éxito fue imparable. Don Quijote de la Mancha fue la primera novela moderna de la Historia y el libro más editado y traducido, a excepción de La Biblia. Miguel de Cervantes Saavedra había participado en la Batalla de Lepanto, combate naval contra los turcos en el que perdió parte de su brazo izquierdo. De todas formas su desgracia no fue impedimento para que el ilustre escritor siguiera triunfando con la escritura de sus muchas obras, entre ellas el Quijote. Para quien no lo sepa, no hay imagen alguna de Cervantes por lo que, las que se dan son ficticias.
Con más de 1500 libros en mi biblioteca Don Quijote de la Mancha es el único libro que he comenzado media docena de veces y jamás lo he podido terminar. ¿Qué quieren que les diga?. No consigo meterme dentro de la historia ni de los personajes...

RAFAEL FABREGAT

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