6 de diciembre de 2016

2282- REFORMAR LA CONSTITUCIÓN.

¿Reformar la Constitución...?
Hoy día 6 de Diciembre del año 2016 se celebra en España el 38 aniversario de la Constitución Española, aquella que, viendo que el cielo escampaba tras la muerte del dictador Franco, se dieron a sí mismos los partidos políticos salidos de la tormenta dictatorial. Era la Fiesta de la Democracia, aquella que daba libertades que pocos habían conocido en tiempos anteriores. No porque no hubieran existido anteriormente, sino porque la guerra, la posguerra y la edad habían acabado con quienes las habían vivido. Cual caracoles primaverales todos salieron a lo que siempre salen los políticos... ¡y los caracoles!. A ver cual era la mejor tajada a su alcance. Ningún interés en arreglar la casa de los demás, sino la suya propia. Gentuza de la peor calaña, pero desgraciadamente necesaria.

Los pobres y desvalidos... ¡que se las apañen como puedan!. Se había levantado la veda y, como siempre, volvía a imperar la ley del más fuerte. Los españoles de a pié, los que no sabemos hacer otra cosa más que trabajar... pues eso, a seguir trabajando como burros mientras los 'listos' de turno apartaban para sí las mejores tajadas. El desgraciado, con un tazón de caldo se apaña igualmente. En los pueblos pequeños... ¡ni os cuento!. Caciques y lameculos camparon a sus anchas durante algunas décadas más, sin otras verdades más que las suyas. Esa gente (gentuza más bien) otorgaron medallas e infamias a placer. Esto para ti, eso para mi, aquello para el de más allá, para este mierda, para aquel otro ni agua. La dictadura fue mala para los pobres, pues en ella imperaron más que nunca los lameculos, pero la primera década en Democracia tampoco fue muy boyante.

Todo en la vida requiere tiempo y poco a poco la gente fue dándose cuenta de que aquello de la Democracia era verdad y (aparentemente) para todos. Sin embargo el hombre es el único ser de la naturaleza que no sabe vivir en libertad. Tan solo tres décadas han sido suficientes para echarlo todo a perder. Ya nadie se acuerda de las penurias sufridas y la Constitución que los españoles nos dimos en aquel bendito año de 1978 ya no sirve. Para los de siempre 'se ha quedado corta'. Da libertades sí, pero no permite el libertinaje que estos individuos pretenden. Aquellos políticos (los caracoles) que salieron de la nada, muchos de ellos del exilio, forjaron aquella Constitución que nos amparaba a todos y que a todo el mundo le pareció justa y necesaria para construir el nuevo país de las libertades. 

Ahora, en pleno siglo XXI, la gente y especialmente los políticos tienen el plato lleno y no hay hambre que saciar. Estamos inmersos en el populismo más arbitrario y las voces que reclaman un cambio de la Constitución son cada día más descaradamente lanzadas. No hay respeto alguno a la Corona ni a las instituciones, ni temor a las represalias. El radicalismo es la madrastra de la libertad y la ruptura lo que se busca. El orden establecido es demasiado aburrido para las aves carroñeras, ávidas de más amplios horizontes. ¡Ay la vida!. Tan fácil y bonita que podría ser y la convertimos (la convierten) en algo complicado y tenebroso. ¡Malditos sean quienes propugnan el radicalismo y la barbarie!. Pero es lo que hay... Unos nacimos para trabajar y otros para comerse el fruto de nuestro trabajo y lo que es más lamentable: para reírse de los demás. Piensan algunos (inocentes) políticos que reformando la Constitución acabarán con el problema vasco y catalán... ¡pero no!

Entrada triste la de hoy, ya lo se, pero es lo que toca. En España es el día de la Constitución, Carta Magna redactada en 1978 con el consenso de todos los partidos políticos, pero el populismo y especialmente el separatismo, cabalgan al galope en pos de lograr su destrucción. Ellos lo llaman 'reforma necesaria'. El populismo se ha instalado en el Congreso y el Senado, pero no gozan de tantas libertades como ellos pretenden. No les basta con ausentarse de la Cámara cuando algo de lo que allí ven no les gusta. En nombre de la Libertad, quieren derribarla y construir una nueva a su antojo, dividiendo el país, rompiendo todos los esquemas. Esto siempre ha sido así. El populismo siempre favorece a los anarquistas, al 'ave Fénix' que renace con doble fuerza de las cenizas del mal. ¿Quien se aprovecha de la libertad?. Pues naturalmente los libertinos. ¿Quien si no?. Nadie dice que la Constitución de 1978 no esté exenta de algún ligero fallo; que no le viniera mal algún pequeño retoque, pero... 

¿Quien lo necesita de forma más imperiosa?. Pues está claro que los que quieren medrar a lo más alto, los enemigos de la unidad de España, los que solo se quieren a sí mismos. Ya mandan mucho, sin duda demasiado, pero no les es suficiente. En este mundo traidor, unos tienen la fama y otros cardan la lana. Cuando mi hija mayor, ya en la Universidad, cumplió los 18 años su padre, que siempre ha sido un tontorrón, pudiendo o sin poder le compró un VW Escarabajo de ocasión que fue sin duda la primera gran ilusión de su vida. Coche viejo pero hija feliz, que era de lo que se trataba. Sin embargo en este mundo hay gente muy imbécil y muy mala. El primer día que uno de esos desgraciados la vio con el vehículo, le dijo que él también se había comprado coche... pero trabajando. Ese elemento salió hace dos días en los periódicos, acusado de estafar a una anciana más 26 millones de pesetas. ¡Pues si eso es trabajar...!

RAFAEL FABREGAT

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