1374- LA ROMA DE TITO LIVIO.

Recreación del aspecto de Roma en tiempos antiguos.

Obligatoriamente debemos referirnos a la fundación de Roma como ciudad que, con los siglos, sería capital del Imperio Romano. Según cuenta Tito Livio (59 a.C.-17 d.C.) tal fundación se produjo en el año 753 a.C., por lo que es lógico pensar que en principio no habría ciudad alguna y que ésta fue de nueva creación según veremos más adelante. Tito Livio era de Pádua, capital del Véneto. Sabio eminente, le fue encargada la educación del futuro emperador Claudio y a tal fin se desplazó a Roma. Aparte de cumplir el mandato de educar a Claudio escribe la historia de Roma, desde su fundación hasta la muerte de Nerón Claudio Druso, en el año 9 a.C. Son 142 libros de los que solo 35 han llegado a nuestros días. Del 1 al 10 y del 21 al 45. 

Estos libros recogen la historia de Roma desde su fundación (753 a.C.) hasta el año 292 a.C., relatan la II Guerra Púnica y las conquistas de la Galia cisalpina, Grecia, Macedonia y buena parte del Asia Menor. Se basa su obra en los escritos de Quinto Claudio Cuadrigario, Valerio Antias, Antípatro, Polibio, Catón el Viejo y Posidonio. Su mecenas fue el emperador César Augusto, con el que entabló gran amistad hasta el punto de que su obra fue legitimada y hecha pública, no sin que tuviera que pulir algún detalle de crítica a su reinado. Pero, en fin, hoy solo nos interesa la fundación de Roma. Uno más de los núcleos poblacionales del mundo, que nadie soñó jamás que pudiera llegar a tal relevancia. 

Eneas y su hijo Ascanio. Mural de Pompeya.

Es de suponer por tanto que no hubo origen sagrado ni paternidad divina. Históricamente se admite que el héroe Eneas se unió a los troyanos y derrotó a los Euganos que habitaban las tierras entre el mar y los Alpes. Ocupadas las nuevas tierras las llamaron Véneto, pero el periplo de Eneas no había llegado a su fin. Visitó Macedonia y más tarde se dirigió a Sicilia buscando un lugar donde asentarse difinitivamente. No teniendo otra posesión más que sus naves y sus armas, se dedicaron a saquear la zona y llegaron los rurales con su rey Latino al frente a fin de repeler el ataque extranjero. Sin embargo queriendo ahorrar vidas, ambos jefes deciden negociar. Enterado de que son troyanos y que su jefe es Eneas el siciliano le ofrece su casa y más tarde a su hija Lavinia por esposa de la que nació su hijo Ascanio. 
Por haber sido Lavinia prometida anteriormente a Turno, rey de los Rútulos, se inicia una guerra que ganan los de Eneas, aunque Latino muere en la batalla. Turno busca la ayuda de los Etruscos que intentan frenar la rápida expansión de la nueva nación pero, una vez más, la batalla es ganada por los Latinos aún a costa de la vida de Eneas. 

Destierro de Numitor por su hermano Amulio.

Le sucedió su hijo Ascanio y a éste su hijo Silvio, a partir de cuyo momento todos los descendientes llevaban el sobrenombre de Silvio. Uno de los últimos descendientes fue Proca que tuvo dos hijos. Éste legó el trono a Numitor que era el primogénito pero, siendo más fuerte, el hermano menor (Amulio) expulsó a Numitor y se apoderó de la corona. Para evitar posteriores disputas asesinó a los hijos de su hermano y a su hija Rea Silvia la convirtió en virgen vestal al servicio del templo. Un tiempo después, violada o no, la vestal dio a luz dos gemelos que dijo eran hijos del dios Marte para que la falta pudiera parecer menos grave, pero no se evitó la crueldad del rey. 

ROMULO Y REMO. Escultura representativa.

Rea Silva fue enviada a prisión y sus hijos arrojados al río. Sin embargo lluvias anteriores habían desbordado el río y no pudiendo llegar al curso principal quedaron depositados los recién nacidos en las aguas estancadas de la orilla. Cuando las aguas del Tíber se retiraron, una loba sedienta se acercó y al oír el llanto de los niños hambrientos les dio a chupar sus tetas. Al ver esto el mayoral Faustulo, se acercó y cogiendo a los niños los llevó a su esposa Larentia para que los criara, siempre sospechando de un origen real porque conocía de su abandono por orden del rey, pero sin decir nada al respecto. Aquellos niños se hicieron mayores, pero un día le llegaron rumores al rey Amulio de la posibilidad de que los gemelos de su mayoral fueran los nietos de su hermano Numitor.

Amulio intentó acabar con ellos pero finalmente fue él quien perdió la vida en esa contienda puesto que Numitor había vuelto a la ciudad y buscó ayuda para recuperar hijos y trono. Tras el trágico desenlace Numitor convocó al Consejo y les explicó lo sucedido aquellos últimos años de su destierro, siendo aclamado como legítimo rey. Aquellos niños, nietos del rey, eran Rómulo y Remo. Como celebración de tan venturoso reencuentro, pidieron permiso a su abuelo para fundar una nueva ciudad en el mismo lugar que habían sido abandonados. Con tales dignatarios la nueva ciudad superó en pocos años a las vecinas Lavinio y Alba.

Grabado antiguo con la muerte de Remo a manos de Rómulo.

Sin embargo la ancestral ambición familiar seguía presente en un asunto aparentemente trivial. Siendo gemelos debían consultar a los dioses el nombre de la nueva ciudad y quien había de regirla. Corría el año 753 a.C. cuando, como señal de buen augurio, Remo dijo que se le habían aparecido seis buitres, a lo que Rómulo respondió que a él se le habían aparecido doce. Siguió un violento altercado y en la confrontación entre los defensores de uno y otro Remo fue asesinado. La versión más aceptada es que Remo asaltó la muralla y un Rómulo enfurecido lo mató diciendo: "Así será en adelante con todo aquel que salte por encima de mis murallas". Rómulo se convirtió de esta forma en gobernante único de aquella nueva ciudad que fue bautizada con su nombre: ROMA, futura capital del imperio más grande de su tiempo.

RAFAEL FABREGAT