En su viaje a Inglaterra sufrió vejaciones debido a su raza. Fue sacado de un tren por viajar con billete de primera clase y negarse a pasar a tercera como le proponían. Viajando en diligencia el conductor le apaleó por negar su asiento a un pasajero de piel blanca y en varios hoteles se le negó el alojamiento. Entre sus novedosas formas de lucha instauró la huelga de hambre, la libertad de pensamiento y la desobediencia civil cuando fuese necesario. Rechazaba la lucha armada y promulgaba la manifestación pacífica y la negociación como fórmulas para conseguir el equilibrio entre el capital y el trabajo. Era vegetariano y condenaba el maltrato a los animales. Su imagen era la de un anarquista pacífico pero sin embargo en alguna ocasión se mostró contrario a que los niños indios se mezclaran con los negros en las escuelas. Sin embargo se asegura que en su vida privada era violento con los hijos y maltratador con su esposa, lo que viene a decirnos que su realidad personal poco tenía que ver con la imagen que proyectaba de puertas afuera.
Pero hay más episodios oscuros en la vida de Gandhi. Parece ser que el icono del pacifismo mantuvo relaciones sentimentales en su estancia de 21 años en Sudáfrica con un arquitecto y culturista alemán allí establecido. "Has tomado posesión total de mi cuerpo", escribió Gandhi. E incluso le hizo prometer que no mirara con lujuria a ninguna mujer. Se habían conocido en 1904 y cuatro años después el alemán regaló a Gandhi la granja donde construirían casa que compartirían durante un tiempo. El líder abandonó a su mujer por aquel hombre "por el que sentía amor y más amor...tanto amor como el mundo no ha visto". La I Guerra Mundial los separó y nunca más volvieron a encontrarse.
En los últimos años de su vida, Gandhi compartía cama desnudo con una sobrina de 17 años y otra menor de edad, en lo que llamó un experimento "para ponerse a prueba". Racista con los negros, decía que... "Podemos entender que no estemos a la altura de los blancos, pero no podemos tolerar que nos pongan al nivel de los africanos". Su secreto mejor guardado fue la violación de su hijo primogénito a su propia hija de siete años (nieta de Gandhi). En una carta de 1935 a su hijo, Gandhi le dice: "Manu me ha contado que la violaste antes de cumplir los ocho años y sufrió tales heridas que necesitó tratamiento médico. Estos hechos se han convertido para mí en algo más difícil que la propia libertad nacional".
RAFAEL FABREGAT
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