Desayunando en una terraza, un joven representante comercial ve pasar un funeral que le parece muy extraño. Habiendo pateado cientos de pueblos y ciudades nunca ha visto nada igual. Delante un coche fúnebre negro, con una ataúd y una corona de flores. Unos metros detrás otro coche fúnebre con otra ataúd, gris y sin flores. Detrás del segundo vehículo y como únicos integrantes del duelo, un hombre que lleva sujeto de la correa a un perro pitbull. Unos pasos detrás de ellos algo más de doscientos hombres siguen el cortejo en una larga y única fila. Sin poder evitarlo se acerca el joven al hombre que lleva el perro y le pregunta:
- Perdone señor. Ya sé que no este momento adecuado para molestarle, pero no he podido evitar mi curiosidad pues nunca he visto funeral como este. ¿De quien es el funeral? -pregunta el joven.
- Bueno, en el primer ataúd va mi esposa -responde el hombre.
- ¿Qué le pasó? -dice el joven cortés.
- Pues que mi perro la atacó ferozmente y la mató.
- ¿Y en el segundo?. ¿Quien va en el segundo ataúd? -indaga el joven.
- Mi suegra. Intentó ayudar a su hija y el perro la atacó matándola también.
Un silencio sepulcral se hace entre ambos y pasados unos segundos el joven pregunta:
- Disculpe caballero... ¿Podría prestarme su perro?.
- Sin ningún problema pero... Por favor, póngase en la fila.
Un hombre se tira por un puente y se mata. La policía encuentra una nota en su bolsillo:
"Que no se culpe a nadie de mi muerte. Me quito la vida porque no puedo aguantar un suplicio semejante ni un día más y lo explico a continuación para que todo el mundo comprenda los motivos que me llevan al suicidio.
Me casé con una viuda que tenía una hija. De haber sabido las desgracias que esto me traería no me hubiera casado, pero ahora ya es tarde para lamentarme...
Resulta que mi padre, ya viudo, se enamoró de la hija de mi mujer y se casaron, con lo cual mi mujer pasó a ser la suegra de su suegro, a la vez que mi hijastra se convirtió en mi madrastra y mi padre en mi yerno...(!)
Al cabo de un tiempo mi hija y madrastra, tuvo un niña que era mi hermana y nieta de mi mujer, con lo cual yo quedaba convertido en el abuelo de mi hermana.
También mi mujer y yo nos animamos a tener descendencia y pocos meses después mi mujer alumbró a un precioso niño que, como era hermano de mi madrastra, cuñado de mi padre y nieto de su hermana, era por tanto mi tío...(?)
Mi mujer era por tanto nuera de su hija y yo padrastro de mi madrastra. Por si esto fuera poco, mi padre y su mujer son mis hijastros y mi hijo es mi bisnieto y tío de su tía. ¡¡ Eso sin contar que yo soy mi propio abuelo!!. Alguien pueda pensar que soy un cobarde, pero me voy de este mundo porque... ¡Ya no sé quien soy...!
En una revisión rutinaria del centro productivo el patrón sufre un accidente y muere. Los empleados comentan entre ellos quien será el que le dé a su esposa la triste noticia. La señora tiene algunos problemas de corazón y como es lógico aclaran que habrá que decírselo con mucho cuidado y sensibilidad, motivo por el cual nadie quiere ser el encargado de transmitir lo sucedido. Viendo que no hay nadie voluntario el contable que estaba graduado en psicología se ofrece a dar el triste paso y llama a la mujer.
- Ringggg, ringggg, ringggg.
- Sí dígame... -responden al otro lado.
- Buenos días. ¿La señora Martínez?.
- Soy yo, dígame -responden.
- Soy el contable de la empresa. ¡La llamo porque acaba de ganar dos millones de euros!.
La mujer no sale de asombro.
- Pero... ¿Como es posible, si yo no juego a nada?.
- Pues sí señora. Al convertirse hoy en viuda, la compañía de seguros en la que su marido tenía la póliza de vida le entregará mañana mismo un cheque con esa cantidad.
- ¡Dios mío!. ¡No puede ser! -grita la dama compungida.
- Efectivamente señora, efectivamente -replica el contable- Ni yo mismo me creo que haya tenido usted tanta suerte...
RAFAEL FABREGAT
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