¿Hay amor después de 50 años de matrimonio?. Bueno, bueno, bueno... A todos aquellos que han respondido que sí, habrá que hacerles una segunda pregunta: ¿Qué entiendes tu por amor?. Porque, claro, cuando uno cumple sus "Bodas de Oro" se entiende que, como mínimo, tiene ya 70 años cumplidos y a esa edad, ¿quien piensa ya en el amor?. Muy especialmente si al llamarle amor queremos decir sexo.
Estudios sobre el sexo certifican que a partir de los 50 años un 25% ya no practican sexo ni una sola vez, pero vayamos por partes...
Curiosamente no es de los 20 a los 30 años cuanto más se goza del sexo, aunque seamos muchos quienes así lo creamos. Especialmente las mujeres, esa primera década de su vida en pareja están en fase de aprendizaje. Son pocas las que ya tienen un completo dominio de su "maquinaria" sobre temas tan complejos como el deseo y el goce sexual. Las mujeres inician esta fase muy condicionadas por la idea romántica del sexo y por lo tanto están más atentas a dar placer que a obtenerlo. En esta primera etapa y muy especialmente en los hombres, la cantidad prima sobre la calidad. Parece que temamos que se nos acabe y estamos siempre dispuestos a repetir, día si y otro también.
Entre los 30 y los 40 años el asunto ya cambia de forma radical. Uno ya se ha dado cuenta que no es pan para hoy y hambre para mañana. Si hay salud la cosa va para largo y ya se tiene una cierta madurez sexual, lo cual permite a la pareja una mayor disposición al goce individual. Es por ello que uno y otro intentan indagar la forma de mejorar todo aquello que hasta unos años atrás era más que suficiente para quedar satisfechos. Algunos incluso buscan en contactos exteriores ese algo más, aunque sin renunciar a la pareja consolidada. En esa década la calidad tiene ya más importancia que la cantidad, aunque la búsqueda de esa calidad hace que se siga practicando el sexo no menos de dos o tres veces por semana. Ya no hay pudor alguno entre la pareja, saben lo que les gusta y tratan de conseguirlo.
Claro que la época de mayor plenitud está entre los 40 y los 50 años. La fogosidad ya no está presente en los encuentros sexuales, pero todo es armonía. El sexo está entonces en uno o dos encuentros semanales, pero son más que suficientes para que la pareja viva en paz y perfecto equilibrio. El problema es que a finales de esa década pueden empezar ya los problemas de la menopausia y con ellos el enturbiamiento de esa plenitud. Baja el deseo y empieza la sequedad vaginal. Es el desencuentro con tu propio cuerpo. En ese momento de la vida en pareja suelen manifestarse problemáticas asimetrías del deseo. Eso sin contar que a esas edades se suma la acumulación de obligaciones y problemas con los hijos que afectan al deseo de muchas personas. Es pues en esta franja de edad cuando un 25% dejan de lado el disfrute del sexo.
Claro que un 75% siguen e inician la etapa de entre los 50 y los 60 años de vida con toda libertad, ya sin el temor a un posible embarazo.
Algunas mujeres, aunque la cantidad baje hasta cotas ínfimas, disfrutan más que nunca.
El problema es que el hombre con la edad deja de sentir la necesidad sexual que tenía en décadas anteriores y aunque el amor esté presente ya no va unido al sexo. Si hay deseo sexual se practica, pero ya sin fogosidad alguna.
Ya pasados los 60 años cobran protagonismo las caricias, los besos, los abrazos, las atenciones hacia el otro y la compañía mutua. Es el momento del amor en letras mayúsculas, puesto que hacer el amor ya no es importante, ni el cuerpo suele pedirlo. Pues bien, a esa edad todavía faltan diez años para cumplir las "Bodas de Oro". Solo son 40 los años de matrimonio que hemos recorrido, por lo tanto, ¿Que amor quedará para las bodas de Oro?. Cada persona es un mundo pero está claro que, si a uno le duele la pierna, al otro le dolerá el brazo o la espalda. Y con ese plan, puede haber mucho amor, pero sexo...
Además, en el caso del hombre... ¿Donde está el arma para ir a la guerra?.
RAFAEL FABREGAT
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